Avanzaste, a pesar de tu malestar.
Ya casi terminas —otra vez— lo que llevas haciendo por años. Te acuerdas de una amiga diciéndote que ya terminaras (como si eso hubiera sido fácil, 95 páginas de un sólo capítulo, pocas revisiones a pasos, revisiones completas, tras un año de trabajo, y nada) Tú ya querías volver a cantar; tú ya querías hacer lo que mejor sabes hacer, o no, pero eso que has estado haciendo por años, eso que te han cambiado, eso que te han modificado, eso que empezaste por casualidad, que moviste según tu parecer, que te movieron según el otro parecer, que nunca miraron, eso, tal vez, sólo tal vez, porque estás a merced del ánimo y gusto de extraños, puede que termine este año.
Ojalá.
No quieres saber más del tema, bueno, del tema sí, pero no de lo otro. No quieres hacer más de eso que no tiene caso, que a nadie le importa (ni a ti, como lo dijera un otro que se cambió de rostro y de nombre).
A pesar de tus malestares, de que la doctora no estaba, de tu hambre, del calor, lograste avanzar.
Ahora sólo te falta un poco, un poco, un poco…Y en ese un poco llevas tres o cuatro años, ya no lo sabes bien. (Ya ni quieres saber, te da vergüenza siquiera hablar de eso).
¿Y cuando suceda el evento de "churror" irás a invitar a alguien?
Eso tampoco lo sabes.
Tú quisieras ya ser libre.
Miras los rayos, escuchas los truenos, oyes el viento. Tú quisieras ser esas cosas, entregarte a Natura y dejar de pensar en tanta vaina, porque la vaina muchas veces no trae más que odio, resentimiento, jodedera. A ti te gustan las cosas simples, y también complejas, pero no te gusta que se te moleste, que se te niegue a ser tú, a ti, que tanto te costó ser tú.
Ojalá las cosas fueran más fáciles, y no. Ojalá pronto pudieras tener un poco más, para hacer aún más, y sí. Ojalá de los ojalases que tú fueras lo que soñaste, y no sólo esto que sí soñaste, pero que es lo parcial de lo que te pensaste cuando eras más joven, porque sigues siéndolo, aunque te digan feo, es decir señora. ¡Qué muina que la gente le diga señora a las mujeres! ¡Qué ganas de avejentar a las personas!
Ojalá de los ojalases que, más que jóvenes, tuviéramos el vigor para seguir adelante, así sin pena y casi sin angustia.
Te gusta el olor de tu cuerpo.
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