martes, 31 de agosto de 2010

No hay silencio.


No hay frío, no hay lluvia, no hay calor, no hay desierto. Hay grillos que me llaman más allá de mi ventana, que me quieren decir muchas cosas, pero no argumentan, así como yo tampoco puedo hacerlo. Mente dispersa y tibia, rellena de huesecillos sedientos de algo más que yo misma.
Los tropiezos, los regaños, los engaños, las manías en puerta, traspuerta, entrepuertas.
Venida a menos, como siempre, llena de agradecimientos, que no de gracia y alborotando mentes sin tener permiso.
Al otro lado, la expectativa.


domingo, 29 de agosto de 2010

Antisocial.



Estos días de silencio, de extrañar, de nostalgias, de ánimos extraños extrañados, extrañemos.
A mi gata, a mi perra, a mi Gato.
Este domingo de silencio y grillos allá afuera, de calor en chicotazos de los bichos más extraños, de poca sombra. La extrañé tanto, porque mis domingos atemporales los pasaba con ella, para luego partir y hacer movimiento sureño y llegar de noche a mi casa y ser feliz porque con ella estuve.
El silencio se aposenta en cada rincón de mis tímpanos, mi lengua de adormece; a quien le hago compañía se aísla y yo otro tanto más. Dos personas acostumbradas a pasar largos ratos a solas.
Más antisocial que ni en mis más terribles días de peleas o en los días adolescentes o en los días en los que de mi casa no salir decidía.
La tele hace ruido, el radio hace ruido, ¿será acaso mi nacionalidad la que necesita más decibeles? No lo creo, estoy acostumbrada al silencio. ¿Y entonces? Entonces es que casi no he hablado, que he visto poca gente, que los "how are you?" son no más que frases generalizadas, que necesito algo personalizado.


miércoles, 25 de agosto de 2010

All made of...


Tendría que. La vida está detrás de mí, me persigue, no me deja en paz.
Miro el final del patio y repentinamente recuerdo los rencores del pasado. Miro al fondo y es mirarme a mí misma dentro de la inmensidad que problemas que yo creé. Ahora yo, en otro lado o lo demás de lado, de frente a algunos que ya no son yo.
Lágrimas, dolor, pena. ¿Por qué después de tanto tiempo sentí pena? Como si todos los 'hubiera' de mi mundo se agolparan en mi pecho, como si quisieran salir en tropel ahogavidas.
Aquéllo que fue lo más bonito, que creí borrado de la memoria, surgió: Entre los días no ocurridos y las negaciones de mi persona. ¿Qué importaba todo eso? ¿Ahora importa? Estoy demasiado lejos como para responder esas preguntas vacías, a esas preguntas que sí, ya no importan.
Y como muchos momentos en mi vida, un chico atravesaba el cementerio con una guitarra, canturreando algo acompañado de arcordes que sonaban bien; de nuevo el confort a mí, vino.
Temo que empiezo a extrañar el contacto humano.


miércoles, 18 de agosto de 2010

Blue


I'm a little blue (perdonen si no escribo bien en inglés, nunca me ha interesado tanto esa lengua como para picarle bien a la gramática; necesitaría una buena maestra de inglés no tipo "Brujer" Laura Delazco 'Achtung, achtung'. Total que en este día justamente no se ni en que fecha estoy y hasta dudé si era lunes o martes o miércoles o jueves o hasta viernes. Parece que es miércoles, me informaron) why am I blue? I do not know, vielleicht vermisse ich meine Liebchen heute. (De nuevo, hay cosas en inglés que no salen con naturalidad y mejor me remito al alemán. Ustedes dirán que cómo lograré comunicarme... ni yo lo sé)
As soon I waked up, I looked my telenovela and Where is it? There is no Telenovela! Why? An agreement with Telemundo (Sí, sé que esto es vano, mundano, pero tenía que decirlo en alguna otra parte. Si los gringows no pueden ver aún las Aparicio, ¿por qué yo no? Yo no soy gringa. Nomás porque estoy en su territorio. Sí, es enojo fácil, lo sé)
But I'm really blue because I don't have yet a schedule and I doubt if my theme of study is appropiate or realizable. And I do want to follow with kitsch and Élmer. How I can do that?
O Yeah! Now I'm listening some music. That's what I need!!




domingo, 15 de agosto de 2010

viernes, 13 de agosto de 2010

La decimotercera de agosto.


La locura y el sexo desatado, ¿por qué? Porque era necesario. Las ganas dormidas. Las ganas despiertas. ¡Las ganas!
La locura de la maleta y la felicidad del viaje. Los sueños realizados y el miedo al fracaso.
Mi Gato vino y me dio de campeonato sexo rico, como para el viaje y los meses venideros. Una gran sonrisa y gritos en la escalera. Tanto placer, tan necesario y merecido para ambas.
Sigo haciendo la maleta, lo que falta, lo que sobra, lo que llevaré para mi y para quien algo me pidió.
¿Qué será de mi mañana a esta hora?
Mañana a esta hora, probablemente estaré aterrizando allende el territorio norteamericano.





jueves, 12 de agosto de 2010

La duodécima de agosto.


Falta poco, falta poco, pero aún aquí estoy y para muestra, las travesuras hoy emprendidas con mi Gato y alguien más (presumiblemente gato también, gatorrrrro). ¿Que quién decía que era puro cuento y que rajonas? Pero no, al final, tras vencer mi baja energía y no tomar en cuenta a los mirones, lo logramos. Un muy bien equilibrado trío: Dos nenas, un nene y mucha energía que ¿de dónde salió? Poca de mí, los otros dos ayudaron bastante y todo sea por darle la mano amiga al necesitado (qué decir la mano, la boca, la lengua, los dientes, los labios, todo lo que pudiera rozar).
De ese evento pocas imágenes hay, mas con lo que hay en nuestras cabezas, basta.
Yo digo que por ese tipo de cosas sí vale la pena regresar al país. ¡Que no!




miércoles, 11 de agosto de 2010

La undécima de agosto.


La gloria, la dicha, los rizos míos caídos en el colchón de antaño y ella conmigo.
La tristeza, la añoranza, la pena, y todos los obstáculos para la correcta realización amorosa, fueron rotos en un momento de manos, caricias y mordidas. ¿Dónde están mis mordidas? ¡Yo me las gané!
La fecha de aniversario de mi madre es curiosa desde que estoy con mi Gato. El primer año, se presentó una inundación; el segundo, una borrachera vergonzosa; éste, el tercero, carnalidad salvaje y prodigiosa.
Felicito a todos los involucrados en estas aventuras.




martes, 10 de agosto de 2010

La décima de agosto.


El mundo no se detiene, ni los impulsos, ni tú, ni yo, ni nadie.
Yo, como muchas otras, soy de esas personas que no se detienen; sin embargo hay quienes piensan mucho antes de actuar y cuando se deciden -finalmente- es demasiado tarde. ¿Verdad?
Hay otras personas que oyen el tic-tac de su corazón y se olvidan del resto de la humanidad: son el centro del universo (todo eso en su cabeza). Hay otras que tienen el tic-tac atrofiado, pero siguen empecinados en seguir con ese corazón a punto de descomponerse y entorpecer su vida entera.
.....
Las preguntas más impertinentes y las bromas más crueles.

"¿Qué diferencia hay si no hay sexo, cuando se tiene tanto tiempo por delante, sin éste?"

"Te llamo después"
Cinco minutos después.
Ring ring.
Broma impertinente.

Estos días todo me hace llorar, todo tiene importancia, todo pesa más que mi cabeza y todo eso está sobre mis hombros. Pedí un poco de ligereza; no llegó.
¿Alguno de ustedes me puede dar un poco?
(Esto último también en otro sentido.)

Es necesario el placer y el hambre voraz por mi cuerpo.




lunes, 9 de agosto de 2010

La novena de agosto.


Un grande gusto fue el asistir al examen para obtener el grado de una amiga. Amigas van, amigas vienen y muchas de ellas permanecen. Me quedé parada, tras llegar tarde, y sólo podía pensar en la felicidad compartida con la gente que quieres, en los festejos y las sonrisas más que gratuitas. Un regalo hube de darle, mas la premura de mis acontecimientos me dejó casi sin asistir.
Gracias estas son a la gente que es sincera conmigo y que ha compartido su corazón sin dudarlo ni un instante. Gracias a todos aquéllos que me han adoptado y que fácilmente me han incluido en su vida.
Me pregunto si yo realmente he hecho alguna aportación importante para ellos.
¿Se notará el hueco de mi ausencia?


Mientras muchos van ya de regreso, yo apenas salgo. No me da vergüenza, sino tremenda emoción y agonizantes nervios.


domingo, 8 de agosto de 2010

La octava de agosto.


Caí y no quiero saber más de esa persona. Casa propia, familia y maestría (y libros en prensa). Pareciera que para eso vinimos a este mundo: para igualar y superar a nuestros padres o para repetirlos y quedarnos un poco antes o para sobrepoblar el mundo, presumir hazañas y ayudar a la muerte de los árboles. No, no es que yo esté de acuerdo en dejar de publicar en papel o que no esté en pro de "superarse" y dar un paso más allá de la licenciatura. En realidad estas dos últimas acciones me emocionarían bastante, si tuviera el interés de emprenderlas. En donde sí me da algo de tirria en en los asuntos de casa-familia.
1. ¿Alguno de mis lectores fidelísimos podría creer que se me parte el corazón porque aún no he formado un Hogar? ¿De esos hogares, de esas familias, de esas uniones, de esas... tradiciones?
2. ¿Alguno de mis fidelisísimos lectores, conocidos míos o no, sabe, cree, piensa, que mi máximo en la vida es (repito-pito) tener casa propia, familia, maestría (y libros en prensa)?
3. ¿Alguno de ustedes cree que diciéndome que ha hecho tal o cual me arderé hasta la muerte, me esconderé debajo de las cobijas por vergüenza de no haberlo hecho también o sufriré mi vida como la más mediana del mundo porque no es nada en comparación de esa otra existencia?
¿Famila? ¿Familia, familia, ésa familia? ¿Yo?
JAJAJA No. ¿Qué no se me conoce a mí?
....
Reconozco que triste estoy, pero no justo por eso. Partir he; a mis amigos vi (los que lograron llegar); pero a mi Gato, mi Gatocabrón no podré ver allá, se quedará, me iré y ambas maullaremos en distintos paralelos ¡Distintos meridianos! Eso sí que duele.




sábado, 7 de agosto de 2010

La séptima de agosto.


Emoción y nerviosismo por la fiesta de hoy y aun estoy en pijama, o mejor dicho, en ropa de sucio. Falta, falta, falta. Si vieran el desmadrosísimo que hay en mi casita. Casota, tan grandota que se pueden guardar cosas por decenios y decenios hasta que alguien más inteligente que nosotras las encuentre y decida tirarlas. Por lo pronto, las cosas están bien resguardadas (y llenas de polvo) en este gran inmueble.

MENÚ:
Pasta con verduras.
Pastel de carne.
Panqués varios.
Cerveza. (¿dónde hay un depósito por aquí?)
Pulque. (espero que no se encajen con el precio)




La sexta de agosto. ¡Olvidada!


Se me pasó el tiempo horneando, batiendo, mezclando, haciendo magia, platicando y seleccionando.
Los amigos son de gran ayuda. ¿No tengo yo derecho a verlos antes de?
Claro que sí.
Amigos viejos, amigos nuevos. ¡Vengan!

Los espero con gusto aquí, en casa:




jueves, 5 de agosto de 2010

La quinta de agosto.


Azotadez, tranquilidad, azotadez, tranquilidad. Silencio. Las miradas cruzan y ríen; dicen mucho: justo lo que se necesita saber (y todo). Gracias por darme todo, gracias por la claridad, gracias por hacerme reír con palabras que ya no comprendo. Brechas insalvables, felizmente, porque no quiero pertenecer a ese grupo que poco ha visto y que, a pesar de que verá más que yo, no tendrá referente para comparar.
Será mejor así. Una despedida no esperada que salva muchas cosas (hasta mi bolsillo). Una promesa más allá del tiempo que guiña y deja paz. Eso debe ser la esperanza (la esperanza más ligera y llevadera).
Merezco todo eso y más: lo que vendrá será sólo para mí. Gracias.




miércoles, 4 de agosto de 2010

La cuarta de agosto.


Mucha atención en la boca. El resto del cuerpo en total descuido. El cabello enredado por no lavarse; las cejas bien peludas y despeinadas; las piernas chayotudas.
Salgo de la ducha dispuesta a ser una chica linda, a olvidar el porqué he estado molesta, ¿por qué los demás me molestan? Hago lo que yo quiero o eso creo; sin embargo las más de las veces me veo en situaciones en las que no estoy cómoda y al final que quedo con ningún tiempo para lo que es verdaderamente importante.
Hacer listas, tener medidas, hacer conversiones, lavar ropa, buscar libros, cuidar de mi.
Es ahora cuando todo debería centrarse en mi y justo ahora es cuando quiero ver a todos y brindar y gritar y ofrecerme a ellos en el non sancto sacrificio.
"Ya habrá tiempo" pienso para mis adentros.
Verdadera cuenta regresiva...

Y es que de pronto me encontré tan harta, tan sin ganas de hacer nada, con tanto deseo de que alguien distinto clamara por mí. Luego llegó la tarde y lo olvidé todo; me entregué al entretenimiento que me ofrece mi amada, a sus besos y mimos. ¿Qué haré yo tan lejos de ella?




martes, 3 de agosto de 2010

La tercera de agosto


Ya agarraste por tu cuenta la parranda.
Hacer o no reunión. Hacer o no borrachera. ¿Emborracharme yo? ¡Qué más quisiera! Pero supongo que he de tener invitados en casa y no puedo faltar a mi deber de anfitriona. Mejor me aferro a otros vicios: la buena comida, los muchos amigos y gritos y gritos y GRITOS.
1. ¿Y quién se atreverá poner un pie en esta casa?
2. A punto de irme: ¿por qué insisten en pelear conmigo?



lunes, 2 de agosto de 2010

La segunda de agosto


¿Y qué pasará con el resto de mí? ¿Con mis resto? ¿Lo que dejo atrás? ¿Las vidas que han estado a mi cuidado? ¿A quien yo escogí cuidar?
¿Qué será de todos ellos en esta esperada ausencia mía?
Si acaso pudiera llevarme a uno de ellos, mas no está permitido.
Si acaso tuviera la seguridad de no extrañar ni uno de sus cuerpos.
Si acaso... ¿Las despedidas no son más que eso? ¿Quién vendrá a verme?
Hoy no fue igual y hoy fue más que igual. Hoy vino y sentí todo lo que siempre me gusta sentir: calidez, belleza, fuerza: su cuerpo entero sólo para mí (mi cuerpo sólo para ella). ¿Dónde estaremos? ¿Qué será de nosotras?
Todos se lo preguntan, quizá sea hora también para planteárnoslo; sin embargo es mejor sólo estar juntas cuanto podamos.



domingo, 1 de agosto de 2010

La primera de agosto


Lágrimas corrieron por mis mejillas al notar que ése sería mi último "bimmm" ¿alguien más lo noto? No. Al dejar de emitir sonido, sólo quería sentarme para seguir llorando o para dejar de llorar o para lograr llorar. No lo sé; no sé si fue emotivo, kitsch, sentimentaloide, lo que sí sé es que fue molesto y triste, como si en verdad ésa haya sido mi última vez.
Dicen los que saben que será muy difícil para mi dejar de cantar, que lo seguiré haciendo en la ducha, pero no, ése no es el chiste, el chiste es pararse frente al público o de menos sobre las tablas del escenario y emitir, transmitir, comprender, interpretar; cuando en la ducha se está, nada de eso sucede, sólo hay ruidos lindos.
Dicen lo que saben que encontraré con quien más cantar, pero ¿lograré hermanarme como ya lo había hecho? En este coro me costó trabajo, casi nunca me cuesta en los medios musicales, mas esta vez me dolió algo diferente, quedó el hueco; la certeza de dejar de hacerlo por un tiempo considerable. Tal vez sea el problema de volver a empezar una empresa o tal vez sea que a donde voy y por lo que voy a hacer, no habrá permiso de mí para mí, de dedicarme un poco a la expresión artística.
Me quedaré en una caja y seré ratón de biblioteca. ¡Ojalá fuera mejor de hemeroteca!


A trece días de mi vuelo a Vermont.