sábado, 20 de noviembre de 2010

En poco saldré...


...y volveré y me conectaré. Sé que me divertiré esta tarde-noche cocinando, comiendo y platicando: conociendo gente nueva. Afuera hace un viento de nervios y adentro no está caliente del todo.
Me gusta la gente que es amable y buena, la gente que no te hace a un lado por no pensar igual que ella, la gente que no dice que no le interesan otras formas de pensar, porque si se interesara en ellas, sería igual que adoptarlas.
La cerca de afuera se azota contra la pared. El cerrojo no funciona del todo y estos vientos que a cualquiera ponen nervioso.
Ganas de quedarse en casa, leer y platicar de cualquier cosa o platicar y ver televisión y ser lo más superficial posible.
Espero una llamada para salir corriendo de aquí.

Veo la fecha. Anivdelarev.


jueves, 18 de noviembre de 2010

7º no son tan buenos.


Algo trae, algo está allí, alguna parquedad, alguna gana de expresar deseos que no salen del todo, porque no es el momento, ni el lugar, porque no hay ni cómo ni qué.
Esta frialdad no es buena, porque la casa se queda con chiflones y no se ajusta a mis fruiciones. Anda que aquí estoy y sólo sueño y sólo anhelo y no se cumple nada, porque hay poco que cumplir, porque lo que tenía en mente no fue, porque llegaron los inesperados y porque tenía ganas de gritar.
Es la hora en que siente frío y más se acuerda de que no tiene mamíferos humanos cerca.

lunes, 15 de noviembre de 2010

8 grados son buenos.


Se va y regresa mañana, viene y no dura mucho. Cada vez será menos, cada vez calentará más, pero no aquí, sino en el otro hemisferio. Ver únicamente aquí, todo lo que hay, lo que no conforta. Las llamadas telefónicas que no son mías y las cartas que querría que llegaran. Pasa todo, mas está lejos, allá en el centro y yo y mi cobardía de no querer caminar por la avenida del norte largo por más de una hora y de noche...
Si uno de ustedes supiera la frustración que siempre está en mí de vivir tan lejos del verdadero movimiento.
Entre mi nula osadía y el aburrimiento se fue la semana y vendrá esta otra, la que sí espero diferente, pues me he de quedar sola otra vez.

domingo, 14 de noviembre de 2010

Entrecerrado


Quedé en decir que ya no puedo, que se ha terminado, que ya no hay más palabras para expresar eso que se queda en el fondo. Quedé callada, encerrada, acabada en maderas.
Eso que se quede fuera, como el frío, como el arrollo que se hace cuando llueve y corre ¿a dónde van a parar las aguas? He visto que se estancan, que la tierra las absorbe, que nada. Siempre las aguas conmigo, siempre lo que no se puede contener o lo que tiene muchas formas o lo que juguetea con mi cabello y lo enmaraña: el viento.
La ventaja de que el tiempo corra y el sol no esté más conmigo es la de leer en el más profundo de los silencios hasta quedar vacía de mí; sin embargo los pensamientos, como insectos molestos, no me dejan en paz y tengo que hacer algo al respecto.
Escribí, recordé, el labio me mordí. Cuando hube terminado, el sol, la luna, el frío.
Las certezas de que me aman.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Los temores


Supongo que son infundados, supongo que es porque estoy lejos, supongo que son exageraciones mías, quiero suponer eso. Si no fuera así, si la violencia fuera tangible en la esquina de mi casa, si no se pudieran cruzar más fronteras, si el miedo se materializara y todos se convirtieran en blancos.
Una pregunta que me hicieron hoy, si no pensaba quedarme acá. No lo pensaba, pero ¿y si tengo que? Yo no quiero, no aquí, no en el congelamiento y no...
¿Por qué todo se ve así?
Malditas pesadillas que amenazan con convertirse en realidad.

viernes, 5 de noviembre de 2010

Estos sueños


Estos sueños donde estoy con mucha gente, donde la gente es mi conocida, donde hay prohibiciones, donde no tengo el número de casa para llamar y avisar que no llegaré, donde los veo divertirse, donde participo poco, donde defiendo a los que quiero, donde veo que se arregla, donde no lo hago yo, donde pasa una noche entera de fiesta, donde envidio porque la gente se viste toda igual, donde no puedo compartir con quien quiero, donde no puedo irme con quien quiero, donde llegan por mi y me dicen: "Debí tomar en cuenta cuando me preguntaste cómo me había ido cuando me separé de mi familia. Debí saber que ibas a desaparecer."
Estos sueños donde veo que llegan por alguien más o entre que veo en sus labios que me dice que está bien.
––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––
Ojos que arden y están rojos. Cuando despierto, todo sigue igual y mi sueño me dice que no estoy allá, que estoy aquí y ya. No otra cosa puedo hacer que seguir aquí y esperar de vez en cuando algo que rompa mi rutina (bella rutina) y me eche a perder mis avances con la labor existencial.
No me gusta arruinar las noches de la gente, pero a veces sólo quiero decirles lo más trivial (que se convierte repentinamente en lo más importante). Ojalá esta noche sea mejor.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Abismal


Abismito allí mismo y una sonrisa sabor cacahuate, de dientes frescos y ojos enardecidos. El frío y lo calientito. Nadie me reclama nada, ni preguntan de dónde vengo, ni tengo yo tanta pinta de no hablar el idioma y a veces lo logro y comunico mis sentires, mis quereres, mas no mis deseares, que eso ya es mucho e inadecuado y nadie quiere saberlo, nadie.
En el sol seco, en el viento arrasante de hojas, en la eterna mañana, porque todo es fresco. Allí a veces encuentro un agujero al que puedo meterme y sentir como aquél día, de sol caliente y viento arrasante de cabellos, donde hay puentes peatonales y personas que tampoco me preguntan nada, ni dudan si puedo o no manifestar mis querencias y mis sentimientos, mas no les diría a esos mis deseos, pues ellos lo tomarían a modo de invitación y esa no es la idea.
Quisiera sentir lo que los otros sienten, mirar la satisfacción del modo del que ellos la tienen, seguir por el camino adecuado y no tener que omitir nada de lo indebido. Quisiera saber lo que es lo políticamente correcto y acatar las órdenes más estrictas, actuar con rectitud moral y creer que el trabajo es el medio de mi libertad.
Después simplemente sonrío y respondo a las preguntas más simples de manera escueta.
También a mí me cambia el estado de ánimo con facilidad, cualquier cosa me afecta, la más mínima, la más superficial.