¡Ya llegó el 30 de junio!

Y la cuenta regresiva empieza.

Terminando julio, empiezo a evaporarme a...Eva-porarme. Porque, ¿quién es esa tal Eva en realidad? ¿De qué está compuesta? ¿A qué le tira? ¿Qué sueña? ¿Qué es lo concreto para ella?

Eva gozará este julio con tanto canto y alguna fiesta; irá arreglando sus chivas y comprará un boleto; seguirá comprando chivas y tendrá una fecha límite para todo. Und dann...

Eva werde verschwinden! / Eva desaparecerá, de súbito para algunos y, para los verdaderos interesados en ella, con aviso previo y hasta beso de buena suerte.

No más detalles por el momento... Los interesados, pueden contactar a Eva.

Canchinchín y decir adiós.

La lluvia. ¿Quién la invitó? ¿Quién le dijo que podría venir acá, a lo alto, a mojar mis pastos, mis árboles, mis frutos, mis arbustos, mis flores? ¿Quién le dijo que podría venir acá a hacer feliz a mis amigos verdes?

A veces no es tan mala idea vivir en lo alto de la ciudad y ver cómo se hundirá, mientras yo simplemente puedo acaparar agua para sobrevivir un poco más.

A veces no es tan malo, porque el silencio me aconseja, me adormece, mece mis ojos y los revuelca. A veces es malo, porque los vecinos cada vez son más sucios y dejan sus bolsas de basura en las calles, cual si fueran vulgares defeños.

A veces mi cabeza se deja volar por mis cabellos y llega más allá de donde nunca creí llegar, como si fuera la magia más fuerte que mi voluntad, como si el destino me arrastrara lejos y yo, su más fiel víctima, simplemente me dejara ir. Aunque a veces también todo desaparece y quedo en el vacío, sin disfrutar ni nada, y dejo que todo pase ligeramente a mi alrededor, como brisa suave.

Mas ahora, con estas lluvias veraniegas (sin suave brisa), lo que pase a mi alrededor no será para nada ligero.

Quieta

El corazón quieto, la cadera quieta, la respiración tranquila y profunda. Así como me he dejado llevar algunas veces por las emociones más arrasadoras, también soy capaz de dejarme llevar por la tranquilidad de una llamada a la cama y me he quedado profundamente dormida.

La consciencia está tranquila, más que tranquila, está acallada. ¿Quisiera yo que volviera el remolino de mi vida? ¿Quisiera ser de nuevo arrastrada por el viento?

Me tiene y no me deja; me deja y no me olvida. La magia tranquiliza.

Es que he estado ocupada en otras cosas, en otros planes, en otras luchas por tenerlo todo claro o de menos seguro (aunque no del todo, porque no se puede).

Me he encontrado con viejas rencillas. ¿Por qué insisto en que la gente me quita lo especial ser? ¿Lo hacen sin darse cuenta acaso?

Es tan importante.

Pero aquí sigo, casi pensando en nada y preguntando poco; emocionada por las cosas nuevas y por las razones correctas. Quisiera también seguir emocionándome por las incorrectas.

El Olvido, El Regreso.

He vuelto de las profundidades impuestas por la compañía telefónica.

No Olvido, recuerda. Siempre hay sueños, siempre hay promesas, siempre hay algo que me ata al pasado. (El pasado no doloroso, el pasado pleno, el pasado de la primavera que está por terminar). Siempre hay otras cosas que me atan al dolor del pasado. (El pasado remoto, el que martaja, el que acuerda tener, los vicios, las manías, la incertidumbre).

Después de esta primavera, recuerda...

Después de esta primavera, vendrá el verano y alguien de esta tierra desaparecerá; escapará de la fealdad de este mundo.

Rarezas...

Queriendo retomar, pero todo se queda en el tintero. Mejor los sueños que las esperanzas y las esperas fieles. Mejor los atardeceres que los amaneceres sola. Hay tantos días en los que quiero estar con alguien; hay tantas tardes que me la paso con la vista fija en la puerta y el oído presto.

La gente que llega sin invitación a mi vida siempre es bienvenida. No hay contento más grande para mi corazón que una sorpresa.

Hoy tiene que ser el día, hoy y no mañana. Quiero tener finalmente una pequeña certeza en mis manos.

ßßßßßßßßßßßß········ Feliz cumpleaños Antonio

La verdad es que me da vergüenza contar mis planes; son tan absurdos e infantiles.

·········· Acabo de escuchar un ave, son las 1:44 am

Queriendo retomar el curso y todo se pone raro...

Quisiera entonces mejor... ¡que alguien me retomara a mí!

%&$.!!#

Te dije que te daría en este verano algo en muestra de mi perdón.

Adivina.

No lo haré. No leerás esto. No te importará. Te odiaré.

Ya te odio, no creas que no. Te odio por tu mal trato con la gente que quiero, con mi gata. Te odio. Y creo que jamás te voy a perdonar, por haber sido esa persona que me hizo mínima, por tus palabras estúpidas de ahora, por mirar aparadores cerrados de The Body Shop.

Te odio sobre todo por tu maldita soberbia, la cual espero que algún día te hunda.

Nunca más quiero escribir sobre ti. De menos no lo hago en el diario de papel.

La belleza es sólo mía.

Libertades...

O de cómo los plazos sí se cumplen (a veces).

O de cómo llegan personas mágicas y hacen conjuros favorecedores.

O de cómo algunas veces las esperas desesperantes tienen buenos resultados.

Esperas de meses, casi años que merman los ánimos más férreos y las vidas más tranquilas, ¿cómo combatirlas? Casi imposible, casi arrastrada a la locura; por no poder concretar ni uno ni otro proyecto, por no poder decir "sí" en alguna parte, por no poder hacer ningún plan a largo plazo, ¿y todo por qué? Por la maldita espera y por estar atada de manos con respecto a...

Luego, después de tanta desidia, me atreví a ir por la tercera oportunidad y, como dicho popular: "La tercera es la vencida", mas esta vez, quien venció fui yo.

¿Realmente se hará? Si se hace, ¿será bueno para mí?

Escapar de la fealdad de este mundo.