lunes, 27 de septiembre de 2010

Malos sueños.



¿Quién inventó la noche? ¿Quién inventó los cuentos de terror? ¿Quién inventó el dolor de espalda? ¿Quién inventó los colchones blandos?
La incomodidad nocturna, los miedos irracionales, los días en un asiento, los descansos parciales. Un día parece que las comezones comienzan y no acabarán nunca, que las necesidades vienen y van y vienen de nuevo y prometen no irse, que todo sucede en repetición al infinito. Ahora que lo pienso, no he escuchado el teléfono todos estos días, ¿no estaré ya muerta, intoxicada, atropellada?
Este día gris me dio visiones lindas, visiones incómodas de la gente que no se siente feliz o siquiera a gusto con su vida. Este día llegué tan aprisa como me fui y durante la noche ¿qué ensoñaciones más perversas me atacarán? ¿Qué es lo que necesito ya mismo? ¿Cómo se obtiene?
Las taquicardias y los mareos mientras yacía en el lecho me dejaron mal día por delante.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Gemütlichkeit.

Acá la luna llena que a veces me vigila.

El silencio, el ruido a mis horas, mis ruidos, mis masticadas, mi temperatura ideal, la casa, la gente, las maravillas, el clima estable, los días y todas sus horas. Todas las horas de los días han sido mías, no he regalado ni una sola, he sido de mí y por mí; ninguna molestia, algunos planes y mucho radio.
Los juegos, la tecnología, la necesidad de no sentirme sola en las noches que ocupo para estar desocupada; en las noches que no quiero ni puedo hacer más labores. Busco a alguien y está allí. También tú estás y mis amigos, los molestos, los indecisos, los desinhibidos, los cohibidos, los más dubitativos. Soy feliz cuando encuentro a todos y hago un ramillete loco de conversaciones sin sentido e intereses varios.
La hora de dormir se convierte en la más placentera hora del día y a veces duermo con una sonrisa estúpida de alegría.


Sobre mis correrías diarias: http://evitameporfavor.blogspot.com



miércoles, 22 de septiembre de 2010

Bienvenido Otoño



En este día ha entrado el Otoño. La emoción mía no es poca. Tener la oportunidad de ver un otoño verdaderamente rojo, sentir frío, tomar un poco de sol, mirar las plantas, ver cómo mueren algunas plantas.
El temor mayor es el invierno.
Mis sentidos adormecidos y mis ganas frenadas.

martes, 14 de septiembre de 2010

La Patria


O de cómo sobrevivir fuera de ella.

Aquí mi mexicana foto allende el territorio Americano.

Miro los lugares que poco a poco he ido conociendo, los huelo, los siento. El frescor, usual para mí solamente a cierta hora del día, ha durado hoy demasiado. No me quejo; todos los demás se ven felices, bastante satisfechos, ¿por qué yo no estarlo? Fuera del país en el que nací y medianamente maravillada por este pedacito de primer mundo, en donde la gente sí es paciente y amable, (seguramente es su cercanía con Canadá).
Allá, en el país, todos por festejar, con miedo o con alegría exagerada, los dos siglos del inicio de la guerra de independencia o el cumpleaños de Don Porfirio. No lo sé en realidad; la Historia siempre ha sido un gran machote de acontecimientos que alguien más te recitaba, que no explicaba, para que tú después fueras a tu libro de texto y no te encontraras con más que fechas, nombres, hechos, fechas, nombres, hechos, fechas, nombres, hechos, y pocos porqués, los cuales, creo, le darían interés a la materia.
Allá, en el país de no pasa nada, donde todo será un lugar de ambiente, donde la gente es diferente, comerán pozoles, taquizas, papadzules, quesadillas, chicharrones, gorditas, carnitas, menudo, birria, tamales, cabrito, mixiotes, queso relleno, ¡ah sí! mole (lo había olvidado, como no es mi pasión...). También le entrarán a los postres, los valientes, o quizás sean más de champurrados bien calientes y dulzotes, por eso de la mentada cruda, porque no crea el finísimo lector que los alcoholes los había olvidado, aunque casi ni vale la pena mencionarlos, pues ya estas nuevas generaciones salieron medio nacas y torcidas y toman bacardí blanco (habiendo buen aguardiente, mezcal, tequila y el amigo pulque).
Cuando era pequeña, este día, catorce de septiembre, se conmemoraba a los Niños Héroes de Chapultepec; no mucho nos decían de ellos, salvo que uno se tiró con la bandera envuelta en su joven cuerpo (qué sensual). También había un billete café-rojo con azul de $5000.00 MN (ah, cuando uno pagaba con miles, no crea el lector que estuve muchos años de mi vida pagando con miles, en realidad fueron pocos, muy pocos), con las caritas de los Niños Héroes y sus nombres con letras diminutas anotados abajo de cada uno.
¿Por qué escribí todo esto? ¿Será nostalgia, Heimweh? ¿Serán ganas de aguardiente? ¿Será purísima envidia de todo lo que se van a tragar los que sí son amigos míos y compatriotas?

¿Interesado en mis ocurrencias viajeras? Vaya a este link:

http://evitameporfavor.blogspot.com

miércoles, 8 de septiembre de 2010

El brillo en amarillo


Será que a veces hago las cosas mal, yerro, soy un asno. Será que pierdo la cabeza, la concentración, el interés, más pronto que un gato.
Los sueños donde pierdo el centro, donde hay vértigo, donde hay terror. La falta de algo que no sé que es. Lo ínfimo que puede todo ser.
Cuestión de tiempo; cuestión de tiempos; cuestión de destiempos.
Desaprovechar y cortarme la vida un poco; ganas de quedarme sin aliento.
Ya huí. ¿Y luego?
Que alguien me explique cómo es que se supone que debe ser mi punto de vista sobre la obra.
Que alguien quiera discutir eso conmigo para aclarar mis ideas.


Again:
"You're so shining in yellow!"