martes, 18 de febrero de 2014

La del problema


Si te callas y haces las cosas bien, todo saldrá bonito. ¿Será cierto?
Sólo querías dedicar tu tiempo en cosas productivas; cantabas, bailabas, leías, jugabas. ¿Qué pasó?
¿Por qué dejas que te absorban las preguntas que no tienen respuesta, las preguntas que tú no tienes la capacidad de resolver? Es tu culpa, es tu problema. ¿Tienes por qué? Tienes por qué.
Y pensar que sentías que la belleza comenzaba a fluir.
Respira... ya volverá el preciado momento de nuevo.

domingo, 9 de febrero de 2014

Buscando belleza

Pues nada, que nada, que siento nada, que lo que pasa no pasa y pasa de largo, que preferiría soñar y soñar hasta encontrar de nuevo la belleza que rodeaba mis ojos. ¿Dónde quedó la belleza?
Todo es estupidez.
Todo se repite una y otra y otra vez. Cada día, cada semana, cada mes, cada año. ¿No se cansa la gente de ver lo mismo cada que abre los ojos? ¿Sí? ¿No? Cada día, hágase lo que se haga, es idéntico al otro; cada día idéntico en sus detalles, en sus baches, sus amenidades e incomodidades. Tal vez el día sea distinto en su contenido, pero es igual en la forma. Eso carcome sin llegar a matar; sólo carcome, desgasta en un interminable desfilar de ojos y caras, de cabellos y conversaciones banales, casi tan banales como las mías.
A veces quisiera llegar y contar cada de-ta-lle de lo que llevo del día. A veces deseo sólo hablar de mí, y no puedo, y no es el momento, ni el lugar. Serían buenas un par de cervezas o vino tinto con quesos finos...
Si bien, el silencio no ha ayudado del todo, tampoco ha ayudado la música, menos el ruido, ni las palabras, ni el final de éstas. 
El camino es arduo, el camino es más empinado cuando ya se quiere acabar con él. El camino es un círculo sin inicio ni fin, sin sentimientos, sin pasiones, sólo es un camino a recorrer, a recobrar, a cobrar; a cobrar la vida que es la mía y que no recuperaré, como el tiempo que se escapa sin tener la posibilidad de reclamar por él (o a él). 
¿Dónde está la belleza que antes me cobijaba? ¿Dónde está la bandera que sin saber portaba? La extraño, la necesito para seguir existiendo, para luchar, para interpretar, para crear, para ser.
Si alguien la encuentra, por favor, mándela conmigo.


miércoles, 5 de febrero de 2014

Un poquito de silencio, un poquito de frialdad.

Pues no, no estoy acá, tampoco allá, ni estoy en todas partes, como Lain. ¿Qué es Lain? Un software con cuerpo, así dice la serie y el que quiera más respuestas, que vaya a la fuente, que yo no estoy para explicar historias, no y sí, pero mejor explico mi historia en este sitio e invento luego otro para explicar las otras historias, las ajenas, o las que me apropio y que valen la pena un buen (o regular) análisis. Pero no. No estoy acá para explicar otras historias más que las mías.
Constantemente recuerdo lo que fue mi vida pasada, la que tuve en otras tierras, en las frías tierras. Recuerdo que el super bowl de aquel año lo pasé con mis amigos y no lo vi en la televisión, como muchos hacen. Recuerdo las caminatas por el lago congelado. Recuerdo el silencio.
Ahora quisiera un poco de silencio...
Lo he conseguido. ¿Cómo puede sacarme tanto de quicio el pitido del teléfono, el radio prendido, el televisor merolico? Todo se convierte en incomodidad, incluso los maullidos de mi gata.
Respiro.
Respiro, leo, reflexiono un poco; reflexiono sobre la soledad, sobre la distancia, sobre la ausencia de palabras, de frases y oraciones inteligentes y compartidas. Podría ser, quizá, que no tengo mucho inteligente o novedoso que compartir, que mis conversaciones son demasiado banales, demasiado huecas o sumamente inmersas en lo cotidiano. Entre las lecturas, la televisión, las historias, las anécdotas callejeras. Entre que cada día convivo con menos personas y cada día hago que hago y termino en cualquier otra cosa.
Extraño conversaciones tontas; extraño conversaciones profundas; extraño el continuum de las vidas entrelazadas. ¿Por qué se han desamarrado los nudos que unían nuestros caminos? ¿Puse en verdad tan poco empeño en cultivar las relaciones no amorosas?
Mañana será un día no muy distinto a hoy, en donde pocos se pregunten cómo me encuentro.