miércoles, 24 de febrero de 2010

Día de La Bandera



YA NO TENGO BANDERA

Ya no tengo bandera. Antes yo tenía bandera, cuadernos, comilitones. Después volviéronse loco todos fuéronse de mi lado. ¿Fe? ¿"Su-vida"? ¿Mis rupturas? ¿Mis pesadez emocional?
Pero eso sí, sigo muy decente y aún no grabo mis programas de tv en ciertos cassettes vhs que alguna vez me dieron (y yo no pedí) y ninguna vez los han reclamado. ¿Debiera ya reutilizarlos?
De vez en cuando la bandera se acuerda de mí (muy de vez en cuando) y me deja algún fino mail cadena o se encuentra conmigo en la calle, donde no tiene otro remedio que saludarme, o me cita una vez al año para mirarme nomás (porque la bandera bien sabe a la nada a la que me dedico). Y ahora me quedo cada vez más sola (todo porque un buen Fali salióse del coro por tanto ánimo académico) y luego que no me digan nada después, que no me digan que ni hablo ni saludo, porque siempre soy yo la que se queda esperando la llamada o mail de respuesta o ya de menos el pequeño espacio-tiempo que se me dedique. Citándome: "Yo no le pido todo un día, sólo unas cuantas horas"

SALUDOS A LA BANDERA

martes, 23 de febrero de 2010

Selección

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..Todo eso se vende por separado y me quedo nomás con fantasías -que a ni sueños llego- de lo que jamás podría ser.
Todo muy suave o todo muy frío o todo muy banal y mejor me quedo con escribirlo todo para olvidarlo o para elogiarme más tarde con el fabuloso estilo que estas hojas puedan contener. (Como he mostrado aquí, calcando en el blog)
Y aquí sigue mi frase para redondear y acabar con el texto y las hojas correspondientes:
Ya no tiene sentido. (...)

lunes, 22 de febrero de 2010

Fe

El gran misterio: Lo que me tuvo con el alma en un hilo por años y años, lo que hizo que yo escribiese sobre ella, publicara fotos y pusiera links, lo que hizo que yo buscara y buscara por este medio algún indicio sobre su vida actual.
Ahora me lo explicaron todo.
Cuestión de fe.
¿Por qué, maldita sea la cosa, se me repudió, rechazó, se me dejó sola, se me pateó y luego se me dejó de frecuentar por la razón más estúpida de esta estúpida humanidad? ¿Por qué la gran explicación a mi repentina soledad y sufrimiento en aquel año del 2002 es la fe?
¿Que me vaya bien donde quiera que esté?
Con buenos deseos no se alivia un alma atormentada.
Lo que en verdad me hubiera aliviado, fuera su regreso, del que ahora no tengo ya más esperanza.
Y todo por su fe y todo por su convicción y fe; y todo por su renovación; y todo porque yo le estorbaba para su renovación; y todo porque yo soy la persona que más le ha de recordar (seguramente aún) la persona que quería dejar de ser, la mala persona que quería dejar de ser.

Y yo que...