lunes, 31 de diciembre de 2012

De los círculos de más de 365 días que se cierran


Un día de domingo desperté, prendí el radio y escuché un concierto. La melodía me parecía conocida, qué parecía, me era familiar, qué familiar, la había escuchado una y otra vez durante el otoño de 1998, el primer movimiento del Concierto en re menor de Alessandro Marcello. Ese otoño, en el que lloré desconsolada en los brazos de "esa persona", la que se fue y jamás nunca volvió, la que dijo que de lejitos me saludaría, la que quiso rectificar su camino y eligió alejarse de mí, la que, años después, me dijo que me quitaba de su vida porque la conocía muy bien y no la juzgaba. Ese otoño recuerdo tibio, nervioso, enamoradizo, despechado, inmaduro, amarillento. Ese otoño gris que abrió una puerta.
Ese día, con la radio puesta—que en realidad era televisor—noté, con gran felicidad, que esa puerta estaba cerrada ya, que ambos habíamos cruzado el umbral y que ahora gozábamos el uno del otro como jamas pensé en aquél otoño de 1998.
Sí, necesitábamos ser otros para estar juntos, porque ésta es otra vida, la nuestra.
Ahora esa puerta la podemos adornar con flores, dulces, juguetes, charlas, tés, cafés. Ahora podemos reír ante esa puerta y agradecer a quienes fuimos, por haber aprendido a vivir durante el camino que nos llevó a estar juntos, plenos, felices.


Te amo

martes, 25 de diciembre de 2012

navidad y fugas


A punto estuvo de irse a la fuga, cuando descubrimos que había una enorme fuga de agua en una llave del patio, tan grande que parecía que el agua iba directo de la cisterna. Ni qué hacer; no se fue a la fuga y mis vacaciones aún no comienzan del todo.
Se necesita un plomero para que haya tranquilidad, para que haya juegos, sorpresas y regalos.
Pareciera que todo es mi culpa.
¿No se les hace que subir al techo de su casa es emocionante?
Pareciera que todo lo que hago está mal, que mis desplantes, mi carácter, mi personalidad, quien soy, todo, está mal; es una decepción constante, o algo inesperado, algo que no fue cultivado con los años, algo que no se veía venir.
Tras casi treinta años de constante convivencia, ¿cómo no saberlo, cómo no intuirlo? Pareciera que soy un saco de sorpresas problemáticas, me mi mal humor es combustión espontánea, que no hay razón para mis incomodidades.
La cuenta regresiva que poco importa; sólo quiero estar contenta ese día.
Ése día y todos, de su mano.
Por favor.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Un árbol no cristiano.



Tú y yo poniendo un árbol. ¿El fino arte de contar una historia en un árbol? Mi insistencia del árbol laico, tú sin poner resistencia. Te beso, te miro, quiero tus dedos, tu paciencia. Pruebas las series fundidas de los años y yo sólo quiero jugar a tu lado, quiero que colguemos las esferas que compramos cuando viajé a tu encuentro. Soy feliz, me lleno de dicha, soy tuya y tú, mío. Somos nosotros los que adornamos un pedazo de plástico con esferas de colores y foquitos. Un árbol de la eternidad, del ciclo que se cerró hace poco, del ciclo que hemos abierto y que prometimos vivir, vivirnos.


martes, 4 de diciembre de 2012

La soledad, que no es bonita



En una boda todo puede pasar, un ramo, una liga, baile, cena, comida. En una boda todo puede ser felicidad o desazón puro, amargura, tristeza o lujuria. Todo empieza y termina allí. Las posibilidades se tornan finitas y hay menos aire ya que respirar. Una boda y ser la acompañante fiel, la que está dispuesta a divertirse, a jugar, a no decir que no, ser linda, sociable, atenta, bailar, comer, cantar, no juzgar. 
En una boda todo pasa, menos que te den la espalda y te dejen mirando las flores por horas, porque ni tu cita da plática.
Un poco de aburrimiento como castigo por algo que no cometí. Una responsabilidad achacada y las manos vacías; que ni con la gasolina pudo cooperar.
Una boda de más pérdidas que ganancias. 
¿Hablar? Ni de hablar oportunidad tuve.

viernes, 30 de noviembre de 2012

Los enojos inexplicables

De extrañar tanto, de los tiempos perdidos, de los suspiros rotos.
Importar o no importar. Estar segura, insegura, perdida. Esos sueños en los que voy a alguna parte y me pierdo en el camino. Nada es ya lo mismo. De ésta, la que arruina, la que complica, la que abandona; ésta, la culpable de los vicios y errores del otro, la que reemplaza y juega con las pasiones de la gente. ¡Esa soy! Malvada, cruel, egoísta. Soy la que rompe todos los límites, la incestuosa, la soberbia, la loca, la sucia, la que nada le importa. Soy la que busca su sólo placer, la que no comparte, la que invita manjares y luego los niega.
Perversa.
¿Quién soy sino esa?
Si presiono menos, se van. Estoy hecha para aguantar, para sostener las relaciones solas, para callar y sentirlo todo tan dentro, y jamás expresar nada. Estoy hecha para contar el tiempo como cabellos muy delgados, perder la cuenta y volver a empezar con paciencia infinita, tan infinita que pronto se agotará. Estoy hecha para gritar, vociferar, reclamar, asustar, no dejar huir, fulminar.

"¿Por qué se siente mal señorita? ¿No estaba usted orgullosa de su manera de actuar?"

"Sí, lo estaba, pero ahora no lo sé; no sé lo que quiero, qué es lo que debo decir."

"Pues dígalo pronto, porque después lo olvidará"

"¿Qué es lo que olvidaré?"

Estoy hecha para olvidar las afrentas y seguir (y seguir con las afrentas bien guardadas entre ceja y ceja). ¿Quién me sigue?
Todo es cuestión de tiempo.



martes, 20 de noviembre de 2012

Los nervios que fueron

De aquéllos años, de aquél año, aún sin saber nada, y ser la misma que soy ahora. El día siguiente fue de expectación, recordar su mirada y yo sonrojada. Aún no sabía lo que me diría ante la no pregunta ante el laboratorio de biología. 
Si hubiera dicho lo que yo quería entonces, quizás ahora no sería la más feliz, quizás ahora la dicha no llenara de lágrimas mis ojos, ni la certeza de que estaremos juntos y tendremos mil... aventuras.
Muchos años después, puedo respirar tranquila, feliz, decir que es mío, presumirlo y besarlo muchas veces... o abrazarlo con mis piernas.




Ese amor del diecinueve

Ese amor del diecinueve que tras muchas vueltas declaré. Ese amor del que todos se enteraron y nadie nunca habló. Ese mediodía cansado, nervioso, terco y las palabras que poco a poco salieron. De amor, y si fueras tú...y si realmente fueras tú. 
Ese amor que tuvo que ser congelado, pospuesto, negado. Un silencio, un secreto que hasta yo había olvidado. Un amor de resistencias que se rendía con las palabras, con las mínimas atenciones, con los sueños. Un amor que ya no cabía en una sola persona y que fue madurando hasta crear el más dulce de los sueños, de los venenos, de los vicios, la más dulce de las realidades. Un amor que no cubre ningún estándar, expectativa, que no está hecho para nadie más que para dos.
Un amor distraído, serio, divertido, añorado. ¿Quién más podría gozar de él?

"Yo no entiendo a la gente, tan fácil que resulta ser feliz."
¿Qué se piensan que uno debe cumplir obligaciones tácitas e infinitas, que uno cumplirá las leyes que dicta la sociedad, el convivir familiar, el grupo más cerrado?
No en vano pasó tanto tiempo.

Ese amor trazado en una linea limpia, sin manchones, proyectado hacia el infinito.




jueves, 8 de noviembre de 2012

Pongamos nombres y apellidos

En el clima de desesperanza, de poco dinero en las arcas, de amigos y enemigos ocupados en sus asuntos,  la opción feliz, la opción para el refugio ha de ser la familia.
En un mundo en donde te reconocen como persona, como parte de su grupo y empiezan a dar consejos, los que nunca te dieron cuando más dolor del alma tenías, siempre es mejor esconderse, porque hacer oídos sordos es difícil. ¿Qué les hace pensar que ellas tienen la razón? Generalizando perdemos todos la razón y se ve en una sólo dirección, qué pena, cuánta pérdida de tiempo.
No mujeres, no formaré parte de su aquelarre, justo porque sé lo que se siente estar del otro lado: ser juzgado sin derecho a defensa alguna, ser juzgado por lo que otros hacen.
Admito que pensaba que todos eran iguales, admito que aún lo pienso en ciertas ocasiones. Sé muy bien que justo por eso no me junto con cualquiera, no tengo una relación sin saber de quién se trata, qué piensa de ciertos temas, cómo se comporta conmigo ante el enloquecimiento hormonal.
Qué tristeza que no se le pueda decir nada a esas mujeres que hablan como les tocó en la feria, qué desperdicio de energía el mío cuando intenté mostrarles que estaban equivocadas, por lo menos conmigo, que no hay necesidad de exprimirlos, ni de ocultar los sentimientos, ni amaestrarlos para que después puedan leer mis pensamientos, que no debo aprender a ser "mujercita" para tenerlo atado a mi lado, ni debo dejar de ser yo y aprender el autocontrol asfixiante que provoca las enfermedades.
Ese par de brujas que me querían meter a su club maléfico, no me conocen, ni lo conocen, si saben de nuestras penas de amores mutuas, ni de la mágica comprensión de nuestros cuerpos, ni de estas vidas paralelas que lograrán ir a la par gracias a no hacer nada de lo que ellas proponen.
¿Por qué tendría que no demostrar mis sentimientos, no dar dinero en el hogar, no ser cariñosa, no tener mi propio orden—que no el de ellas—, y dejar de gozar quien ahora muy bien sé quien soy por alguien que justo así me quiere?
¿Por qué querría yo parecerme a ellas, si no fueron exitosas en sus relaciones? A ver...
No daré nombres y apellidos, no les daré la importancia que exigen.
Mujeres del mundo: que así como son, así las quieran, no se modifiquen a imagen y semejanza de nadie.

sábado, 20 de octubre de 2012

Sospiro


Suspiro, ¿por qué suspiro? Porque extraño, porque todo es extraño, porque no se trataba de esto y sí, porque todo es serio y divertido a la vez. Demasiada aventura programada en tan poco tiempo. Suspiro por falta de espacio, por falta de calma y por falta suya.
Ten siempre cuidado con lo que desees, dicen; debe ser cierto. Jamás imaginé que fuera así, tanto remolino, tanto vaivén y ven-vai. Suspiro porque estoy tranquila.
Si lo estuviera más, estaría muerta, quizás.
No, eso no es cierto.
Suspiro porque ya no pienso en nada, porque cada día que pasa cierro los ojos y pienso: "¡Qué será de mí mañana!" Luego duermo y lo olvido todo, o lo soluciono en intrincados sueños, en donde no suspiro, tampoco orino.
Suspiro porque lo tengo en mi vida y lo extrajo; justo ahora lo extraño. Y suspiro porque no extraño otra parte, otra cosa, sólo añoro. ¿Cuál será el remedio de la añoranza? ¿Cuál será el remedio de la nostalgia? Es un dolor apenas, imperceptible, punzada inquietante que mengua las energías del día y que por la noche cae como negra grieta en los lagrimales. Por eso no digo nada ahora. Por eso callo siempre.
Suspiro porque ya no pude, y lo sé, pero suspiro. Esas cosas que se llenarán de polvo, como en un museo que ya nadie visita porque hace daño. Me rebelo. Si tan siquiera fuera más fácil y pudiera dejar de sentir las cosas de golpe...
El suspiro también es de miedo, miedo a la verdad, miedo a ser sincera, a perder la calma, a hacerla perder. Esa artificialidad que cala. Será que finalmente todo quede sin aliento y pueda volar por los aires vanos de la ventana entreabierta que da a la nada.


El suspiro de las inquietudes del mundo.

lunes, 1 de octubre de 2012

Freno de mano

Del diario de calle.

······························

Presagios, sentimientos, confusiones. Fiestas mentales. Sabes a quién quieres y a quién amas, pero sabes lo impaciente que eres, que poco te gusta esperar, que quieres descansar. El freno de mano. Vas bien, pero de pronto te vas para atrás y necesitas un seguro de que no te desbarrancarás, o prefieres andar en lo plano, sin curvas cerradas, ni pendientes difíciles de salvar, de vez en cuando. Un freno de mano, un buen borrador, la tabla de declinaciones que te salva de la equivocación. 
Eso, lo que necesitas. Salir de tus malas ideas de arruinar, de sabotear, de quemar todo el combustible en un sólo arrancón, ¿o ya se ha consumido?
Cansada de tenerlo todo y cansada de querer más. Esa sensación de decepción que no te deja, como si esperara, todas la promesas cumplidas vertidas sobre tu cuerpo en un instante. Cansada de cuidar corazones de todos y el tuyo tenerlo en cuerda floja; forzando la máquina, echándola a andar con el freno de mano puesto.
¿Cuándo fue la última vez? Cansada de esperar, ¿qué?

viernes, 28 de septiembre de 2012

Lo que se pierde.

Ternuras, distancias, confianza. Lo que se pierde por elección, lo que hubo que dejar atrás, para no herir, para ser feliz, o no ser feliz y castigarse de vez en cuando, y rascar la herida que uno mismo se hizo. Revivir el pasado grato, para luego asegurarse que no es posible estar más en ese mundo. ¿No es posible?
Re-cordar. De nuevo la cuerda sobre el mismo lugar, en loop, en círculo infinito de malas pasadas, de pisos movidos. Correcciones infinitas y dolorosas. ¡El dolor es bueno, es aliado, es amigo de los que gustan de pensar incansablemente!
Lo que se ha de dejar, lo grande, lo pequeño, lo infinito y lo finito; todo envuelto en los cabellos enredados, en los ojos llorosos, en los pies cansados y las rodillas desgastadas.
¿Por qué he de dejar la tierna y tibia cama? ¿Por qué dejar el consuelo de un cabello suave entre mis dedos? ¿Necedad? ¿El sueño convertido en realidad? ¿Necesidad de sentir culpa?
Es un camino sólo y sólo un par de piernas lo han de tomar.
No hay palabras para explicar esto, tan atorado en mí.
Yo que siempre lo quiero todo y lo quiero todo.




viernes, 14 de septiembre de 2012

Sin comentarios.


Demasiado tarde, demasiado temprano, demasiadas cosas por crear, demasiadas por destruir. Demasiado brillo, demasiado espacio, demasiada luz entrando a los ojos. La claridad que ya no es buena, el cansancio, las preguntas. Lo que se podría poner en entredicho.
Frente al volante, todo claro, todo bien dispuesto; la carretera, los autos estorbando, el semáforo que sí funciona y la vuelta de rueda que amenaza mi llegada.
¿Después? Tener certeza o tener miedo o temor.
¿No es esto mucho, demasiado, más que todo? 
¿Se maneja solo, se deja fluir, se deja ser?
¿Es esa la vida?
No hubo miedo antes, ¿por qué ahora sí?


viernes, 31 de agosto de 2012

Qué busca

Remedios. recuerdos consistentes. Relaciones enfermizas. Logros. Ya hay logros, no propios. Cambios.  El cambio por otro, por sí mismo, por lo mejor. Lo que se espera, lo que se busca. Las mentalidades leídas. Interpretaciones. Interrupciones.
El molesto Leitmotiv. Sordera y mudez acompañados de la testa dura de las acciones vanas. Irresoluta vida y vacíos que nunca llenaré. La respuesta sin pregunta o la pregunta que no sabía que lo era, que se pensaba afirmación. Si vieras tú que también coinciden los extremos y lo impensable que acontece ante los ojos de los menos interesados. Un hilo rojo, continuación de uno blanco, continuación de uno azul. Y así se va el camino, tapizado de dibujos, letras y ramos sin flores, insignificantes.
Mueve los sentidos y ten calma, que esperar menos es mejor. Lo sabías ya. Te dejaste envolver; te dejaste cegar. Dejaste que la sorpresa te tomara del talle y casi tiras la voluntad, ¿no la dejaste enfriar en la ventana? Entonces la tomas delicadamente y la deglutes. Allí estás tú. La que hace lo que nadie más hará por ti, la que ha pasado a través del mundo, sin que éste se haya dado cuenta, la que tomará el consejo inesperado y afrontará la desconfianza adquirida.
Si dejar las cosas claras hace todo más sencillo, ¿para qué simplificarse?

Dort wirst du immer allein gehen!



jueves, 30 de agosto de 2012

Cuando las hormonas atacan (menos).

Del diario de calle.
_________________________________

Miércoles                                         20082912

Me han dado ganas de escribir. Escribo. Mi mente más despejada está. Despejo. De espejo. Su mente es un espejo y la megalomanía lo domina. Es Megalós y eso me gusta, y eso le cuadra. 
Soy por mucho la mujer más feliz, porque lo tengo conmigo, sin condiciones, sin problemas de nadie. Somos dos y somos todo. Me encanta y lo amo, a él, al que he querido de continuo por muchos años: Mientras estaba, mientras estuvo, mientras se fue a ser sí mismo, mientras regresó y quiso ser parte de algunas historias, mientras se dejó caer y cobró confianza. Hasta que quiso quedarse conmigo, hasta que con magia vio la posibilidad de estar conmigo. Hasta que me quiso para sí.
Yo que siempre lo quise todo el tiempo. Recuerdo mi enamoramiento, el rechazo, la ardidez, el dolor. Recuerdo menos ya. 
Los días en los que me preguntaba cómo estaba, en los que quería saber si estaba bien, si era otro o el mismo. No sabía si volver, pero claro era para mí que amigo de toda la vida seríamos neuróticos y locos.
Sorpresa para mí es ese amor que siente.
Yo, la más feliz.


viernes, 24 de agosto de 2012

Ganancia o pérdida

Ganancia o pérdida, o la llave de los sueños que parecen inalcanzables. ¿Qué son los sueños? ¿Cuándo se les ve realizados? ¿Cómo darles salida a las ideas más descabelladas?
Habrá acaso una llave falsa y tentadora. Habrá acaso la llave verdadera que te abrirá todas las puertas. ¿Qué será lo que estás buscando? ¿Será desesperación, será destino, será soberbia, será ingenuidad? Será el compromiso a cambio de los favores asegurados. 
¿Será todo verdad? ¿Será que tus sueños han cambiado y la sombra de los viejos sueños te perturba ahora?
La mejor respuesta siempre estará dentro de ti.
Es cansado pensar en eso todo el tiempo.
Gracias por compartirlo.
Las implicaciones de tomar esa decisión son más graves y profundas que las cavidades nasales, involucran a más de una persona, a la ligera no han de tomarse.
¿Ante la duda? Pregunte, razone, mire al horizonte, respire profundamente.
Como que quiero llorar de tan inconexa. 
Ante las cosas realmente serias que pueden mover el curso de mi vida para siempre.

Un abismo.



Warum sehr ernst?

jueves, 23 de agosto de 2012

Das Leben

¿Qué es vivir? ¿Será coleccionar los acontecimientos, hacerse de souvenirs, llegar al final del día agotado y mal comido? ¿Será tragar lo que sea por hambre, meterse cualquier cosa a la boca por ansiedad, llenar la alacena de frituras y el congelador de tacos y productos empanizados? ¿Será hacer un santuario, encerrarse, privar al mundo de ti, inundar tu casa de mal gusto, ponerse nervioso en las multitudes académicas, decir que perteneces a una minoría y no hacer nada para la causa?
¿Acaso será vivir, eso de estar en un entorno y hacer lo que vieres? Si hay manzanas de temporada, comprarlas; si hay mercado de productores locales, ir; si hay queso regional, consumirlo con gusto. ¿Por qué ir al monstruomercado y atascar el carrito de frutas traídas de otras tierras, congelados y quesos importados? ¿Por qué no convivir con la tierra que tú elegiste? ¿Por qué fingir que eres decente cuando en realidad eres una psicópata?


Universidad de Vermont. Agosto, 2010.

Cosas que recordé simplemente.

martes, 14 de agosto de 2012

Cosas agradables

De las cosas desagradables no quiero hablar, no las quiero recordar, ni escribir. Las cosas desagradables que se queden con ellos, con los que las provocan, que se queden en su semilla, en su vida, que fructifiquen en ellos.
Las cosas agradables las quiero para mí, lo quiero conmigo y quisiera perder ya poco tiempo para disfrutar de su compañía, de las respiraciones largas, de los esfuerzos con la diestra, de las rodillas puestas en la posición perfecta. Tiempo y forma quiero para todo eso, para no dejar de ser quien soy y serlo por primera vez. 
Las cosas agradables que me abrasan, que tienen la mente en blanco más las veces que los cuandos. Las cosas agradables y las tablas salvadoras; los remansos donde descansaré después de las agresiones de las tardes, o las noches, después de que las cosas desagradables vomiten en mí hasta lo que ya no pueden vomitar.

Sólo deseo dejarme navegar por los dedos largos y finos ensalivados de mí.



sábado, 4 de agosto de 2012

Importante

Ante el teclado y el documento de word que se niega a ser abierto para verter ideas varias sobre un tema en específico, no puedo sino pensar en la sorpresa de la vida, en lo que jamás creí posible, en la espera silente de aparente infructuosidad. El todo por perdido, lo que nunca se dará. Y ahora, ante el documento de word que terminó por abrirse y mis dedos que se comen las letras de las palabras porque la mente cree que ya  han sido escritas, simplemente puedo decir que los sueños se cumplen, que las esperas son recompensadas, que los días son tibios y que todo lo que siempre quise está allí, o acá, tan cerca como se pueda.
Ahora sólo falta saltar al vacío.



He saltado al vacío ya.
Ahora sólo falta la otra parte del trato. Caminar acompañada, dormir y despertar con una sonrisa diaria, charlar sobre los temas del día y seguir riendo por las ternuras que sí sabe dar.



lunes, 23 de julio de 2012

Las cosas cuestan


No te quiero ver por el momento, no quiero oír tu voz. Caíste de mi gracia. Fue demasiado. El hablar de más, los comentarios fuera de lugar, el anteponer la gente antes que tu única hija. Si estás enfermo, lo siento por ahora; no tengo energía para cuidarte.
Si el olvido no es la vida, es tan sólo vanidad. Si el olvido es la panacea contra todo mal espiritual. Si se opta por él, ¿de nada sirvió compartir importantes sucesos de una vida, el resto de los veintes? Toda una década con mujeres, ¿y ambas decidirán dejar de quererme? Por favor que sólo sea una y no la otra; no la otra que es valiosa, inteligente y graciosa. La una se pudo ir muy lejos, pudo mentir, puro fingir todo el tiempo, no ésta, por favor...
No te vayas tú, ya se fueron casi todos con los que compartía ideas, tiempo y espacio.
Escisiones importantes, pero con el menor dolor posible. Sólo quería ver un futuro un tanto más brillante.

viernes, 20 de julio de 2012

Recordare


Una pregunta curiosa se me hizo: "¿Qué le veías?"
Las piernas, quizás, o la frente con su mosquita, o sus labios chiquitos.
"¿Qué le veías?"
Los ojitos y los cachetitos, los cabellos pesados y rojos.
"¿Qué le veías?"
Las manos largas y cómo las usaba.
"¿Qué le veías?"
La cadera, el torso largo, las nalgas, los labios abiertos.
"¿Qué le veías?"
Era generosa y un tanto desaliñada, impulsiva, alegre y después...
"¿Qué le veías?"
Después fue neurótica, pasivo-agresiva, dominante y harto territorial. Después dejó de jugar los juegos de princesas y reprodujo a su padre. Después miró más allá y me castigó. Eso ya no le quise ver.

Eso que pasó, eso que casi olvido, pero que se me ha venido a la mente estos días que he pasado por los senderos antiguos de la humillación.

sábado, 7 de julio de 2012

Permiso


¿Cómo permití por dos años ser destruida desde lo más profundo? ¿Cómo fue que no vi claramente, hasta que el mar, con sus bravas olas, me abrió los poros y los ojos? ¿Cómo fue que no salí huyendo antes? Esa felicidad enferma no se la deseo a nadie, ni a ella misma. No tengo idea si siga en su misma casa, posición y comportamiento. Espero que no.
A partir de allí anhelé libertad; respirar frescos y distintos aires; ser siempre yo; nunca dejar lo que me constituye por vergüenza. 
¿Cómo es que perdí la calma ante la desesperanza? ¿Cómo es que la duda rompió mi paciencia? Tuve que salir del remanso en extremo calmo y tomar rienda de mis palabras y mis deseos, a pesar del dolor, de lo sabido, de lo aprendido; a pesar de la comodidad tibia y tranquila de unos brazos siempre—casi siempre—abiertos y de las ideas incomparables. 
En un filo de mi vida me di cuenta de que con prejuicios no puedo vivir, de que las personas merecen amor por sí mismas. Ante esto, tomé aliento y crucé el umbral que se me había abierto de par en par.
Estoy aquí, por irme, y aquí. Vencida por la ternura y los amores prestos. No puedo más que agradecer y moverme en consecuencia a lo que yo más quiero, a lo que amo, a las ilusiones guardadas por los siglos.
Que los sueños, aparentemente, sí se hacen realidad, ¿o estaba así determinado?

viernes, 6 de julio de 2012

Abismo


¿Qué puede haber del otro lado de todas las barreras impuestas? ¿Qué hay del salto de fe, del salto al vacío? ¿Qué hay de aquél palpitar fuerte y entrañable que hace sudar copiosamente? ¿Qué hay de dejarse llevar por la marea, por muy peligrosa que ésta sea?
La carne, los sueños, la tranquilidad, la pasión, mares, desiertos.
¿Qué hay de los amores perennes? Quiero uno, lo tengo, lo cuido, lo descuido, lo arrojo, lo levanto, lo arropo, lo limpio, lo baño, lo tallo, lo admiro, lo presumo, lo quiero, lo conservo. ¿O todo lo contrario?
La confianza y las palabras bien dichas. El amor, ése, perenne, vivo.

lunes, 2 de julio de 2012

La lluvia en mi corazón


Pues sí, los rumores fueron ciertos, ¿qué se le puede hacer? Permaneceré sentada en mi sillón con todos los libros y los oídos abiertos, mirando de cerca y lejos los acontecimientos remotos que afectarán directamente a mi vida, la más personal e íntima.
Podría salir a las calles a gritar indignación o pedir el absurdo sitio de esta ciudad para que muramos de inanición. Quizás así no me sienta inútil, quizás así los demás no crean que me venció la apatía. Mas apatía no es, ni conformismo, sino tristeza de la sorda, de la que amarga un poco los ricos postres, los días soleados o las lecturas amenas. ¿Cómo puedo luchar contra lo que ya estaba dicho?
Nada puedo hacer, sino un pequeño cambio. Quizás mejorar los días, uno tras otro, ser mejor que el anterior, esforzarme un minuto más por día, estudiar y buscar.
Si todo eso no es suficiente, si los ojos risueños y los dientes pelados no lo son todo, ¿entonces qué?
El sonido viaja, deja de ser audible, pero nunca desaparece.

domingo, 1 de julio de 2012

De lejos


Perfección y miedo. Miedo a lo que no puede ser controlado. Control de todo. Control de nada, finalmente. La espera, la angustia, el bochorno de los otros, la simplicidad de sus juegos y yo sentada a la orilla de los escalones, pensando, flexionando fuertemente mis dedos para ejercitarlos, reflexionando sobre datos blandos y sueños duros. El tiempo que avanza y no ayuda, ni ahoga, ni nada; pasa de lado sin molestarse en saludar. ¿Dónde quedaron esos tiempos en los que dejabas pasar las insignificancias que no estaban en tu control? ¿Dónde está esa confianza de simplemente ser? ¿Por qué el empeño en la perfección y la parálisis del miedo?
¿Para qué seguir escribiendo?


lunes, 25 de junio de 2012

Dudas


Contener la locura para no asustar o soltarlo todo de golpe. Ser un sopetón de pronto o un sopetón de siempre. Ser la de siempre, la otra, la de las caretas o la que es. Soy, seré, quiero ser, quiero dejar de pensar y simplemente ser.
La meta es no asustar ni asustarme, hacer y dejar hacer, no poner obstáculos ni trabas. ¿Podré lograrlo? ¿O la meta era seguir el mismo camino que había trazado? ¿Qué es correcto y qué necesario?
Los tormentos de la mente, de lo que siempre se ha hecho, los vicios, la demanda excesiva, la ansiedad de querer que la mente sea leía.
Permanente y temible: "Lo quiero todo, ¡y lo quiero todo!"
Se sabe lo que se quiere hacer; también lo que se debe. ¿Qué camino he de tomar para no destruir? 
La esperanza de haber aprendido algo estos años será la que me mantenga en pie, la que permita seguir el sueño hecho realidad.
He escuchado esas palabras; he de creer... 

miércoles, 20 de junio de 2012

La complicidad de un secreto compartido.

Foto del pasado.

Los sueños que revelan cosas, ¿qué sueño no lo hace? Los sueños que incomodan al soñante son saber por qué o cómo y al final de un baño, cuando no se tiene nada en mente, traen los conflictos. Esas ganas de ser cómplice de alguien, esas ganas de intimidad y de no invitar a nadie. Los guiños, las sonrisas, las fiestas de dos y acaso contarle a un par de amigos.
Los sueños con recuerdos añejos. ¿Cómo llegó eso allí?
Aún no es tiempo—y lo es—de contar aquello; sin embargo daré más segundos a este día con solsticio de verano, para dar espacio entre sueño, suceso y dubitación.
Los sueños que son espejos de días buenos—porque pesadillas no son—me echan de cabeza y aflojan la lengua para decir aquello, aquello que no se dice, pero que ya se dijo, y que se dirá. Sé que no pasará nada malo, sé que quedará todo bien entendido, pero los sueños vienen, molestan, remueven cosas. Las caretas empolvadas no quieren salir ya más, pero siguen guardadas, ¿qué será de ellas? ¿las pondré en un museo? 
Los sueños resuelven cosas que no quería yo resolver, pero ocultar no puedo más.
Empecé haciendo lo correcto, así seguiré. 
El amor de eso trata en estos días.


martes, 5 de junio de 2012

Expectante.


Larga espera de la sensualidad, largos sueños y días. El futuro de esperanza y el pasado de buenos relatos.
No quiero escribir, estoy cansada. No sé si se puede creer en mí, no sé si podré dar lo mejor, no sé si me cansaré, no sé si excitaré. 
La certidumbre hay, la felicidad, la maravilla, lo inesperado, mas siempre está el recordatorio de lo que quedó atrás, ¿cuál fue el fallo? No lo recuerdo a ratos, a ratos está tan encima de mí, que es insoportable, otros ratos, se disipa y las ensoñaciones están presentes mientras manejo. Son sólo unas cuantas canas y nada más.
Quisiera mirar al futuro, quisiera degustar este presente prometedor. Quisiera tantas cosas, pero necesito la paciencia, la paciencia que casi no tengo.

sábado, 26 de mayo de 2012

Lo que gustes.

Con la sonrisa perpetua, la mirada encendida, los pensamientos más perdidos, la felicidad evidente y los silencios amigos.  Así quedaré por días, en los viajes carreteros, con los ojos llenos de sueño y con ansias coquetas por encontrarse con Alguien. (Ese Alguien de la anécdota que casi no se cuenta).
La Certeza llegó. Se quedará en este torrente sanguíneo, en las hormonas desatadas, en la química cerebral, en el cuerpo dispuesto. Se quedará también en las memorias en papel y en las electrónicas, en los oídos de unos cuantos que preguntan (y en los que no preguntan), en los lugares cálidos, ahora impregnados de besos, en el lugar predilecto y acogedor de nuestros deseos.


Amor simplemente.



lunes, 21 de mayo de 2012

Carromato


El ruido se ha incrementado. El volumen es mayor día a día. Habrá cosas que saldrán casi sin querer; habrá otras que se harán patentes. Ocultar o gritar. Leer o escribir. ¿Por qué o si se puede y?
De eso no se trata, todo es cuestión de decidir. Vivir simplemente. Dejar vivir. Hacer una oda a lo complicado y saborear el óxido y el dulzor de las novedades.
Experimenté la sorpresa, me dejé enredar en ella. A veces la felicidad no se niega, sale por los poros, resplandece.
¿Qué se hace entonces con los dolores y las penas? Las lágrimas hicieron almohadas líquidas, mientras en las sábanas se dejaba cubrir el calor exquisito de las ganas.
Todo precipitado, todo lleno de sentido. Los deseos de conocer cosas nuevas llevaron a lo delicioso, lo que siempre se quiso.


domingo, 13 de mayo de 2012

Si el silencio se rompe.


Si el silencio se rompe es porque no existe tal cosa, o quizás porque es endeble, o quizás porque hay más ruido en el mundo. Yo también puedo romperlo entonces. Yo también puedo enumerar los pasos de la pérdida y cargar las respectivas culpas y responsabilidades. Tal vez no sea bueno. No, no lo es.
El silencio a las cosas aligera cargas, refresca mentes, esclarece pensamientos, con el tiempo, porque las necedades sólo dejan mal sabor de boca y bilis por todas partes. ¿Por qué preguntar por lo que no se quiere saber? El silencio es sabio y también es valiente.
Sólo sé decir lo que quise alguna vez, que yo quise, que yo amé, que me esmeré en demostrar el amor, en cuidarlo, en hacer cada uno de mis actos cariñosos. Sólo sé decir que mi corazón es claro, que no se equivoca en lo que es mejor para mí y no es caprichoso. Sólo sé decir que jamás me arrepiento de los caminos que elijo y que he sido feliz por cada decisión tomada, a pesar de tener luego que cambiar de ruta.
Sé decir que fui la mejor que pude y que en eso sigo, que quiero luchar por el que veo mi camino (o mi destino), que hay misiones finalizadas y metas por alcanzar, que debo seguir adelante, porque eso es lo que quiero.

lunes, 30 de abril de 2012

Textura.


Aprender, jugar, reaprender, plantear nuevos juegos y estrategias. Buscar nuevos sitios, recorrer lugares insospechados, ser paciente. Explorar. Nada de lugares comunes, ni zonas de confort. Nada de botones y aire sin dientes, nada de no meter las manos y no mirar bien lo que se muestra.
Ver, sentir, palpar. Chupar hasta el huesito. Succionar. Marcar. Dejar.
O quedarse mirando el espectáculo asombroso del hombre, o enseñar las cartas que se poseen, o poner manos a la obra, o poseer una nueva propiedad.
Mejor comer tranquilamente ante una taza de café humeante con un pastel de chocolate para festejar una vuelta más al sol.


miércoles, 25 de abril de 2012

El duende que te muerde en el corazón.


Días atravesados y noches intensas. Noches atravesadas y días intensos. Días de calma y tiempo recrudecido; no perdona nada, ni dice la verdad cuando la pides. Sería bueno tener compañía nueva para refrescar algunas ideas vetustas y renegridas; sería bueno sacar de los rumbos cómodos a todos, desnudarlos y darles la ropa que jamás se hubieran puesto.
El silencio que tanto disgusta viene calando desde el poniente, deja dormir poco y no muere.
¿Qué se cocina en los días inmóviles?
El deseo está del otro lado de la ventana, pero no quieres abrirla porque sabes que llegará el día en que te dirán que haces mal, todo mal y te arrastrarán de los pelos hasta la puerta para patearte—por segunda vez—y hacerte a un lado de sus vías.
La necedad insaciable se come las venas y deja las arterias libres para que la injusticia haga de las suyas.
Tendría que llamarse secreto y no silencio para que corriera en calma y sin opciones de desesperanza.
Los ardides también cayeron por peso propio, como las mentiras y los días que no ocurrieron por cobardía. 
El fuego quemará los leños y quedarán las brasas, oh ardorosas brasas, para jugar con ellas muchos ratos sin sueño, o que mejor el tiempo venga y se las coma, o se pinte con ellas un bigote y riamos juntos de él.

miércoles, 18 de abril de 2012

norteños

Una tarde de trabajo y un norteño a la puerta de la escuela. Pregunta si he dado ya sus datos a mi jefe, para un posible trabajo. Invitación a comer, "con unos maestros". Acepto después de clases, porque, de todos modos, tendré mucha hambre después de mi clase.
El norteño manda mensaje; me esperará en la terminal.
Hacia el lugar de la comida, espero encontrar más personas, los maestros que dijo el norteño, no hay ninguno. No importará, la comida habrá y el hambre saciará.
El norteño charla de sí, de su lugar de origen, de la comida...
¿A dónde iba su conversación?
Hacia:
"Cuando te me llamaron la atención tus chinos."
"¿Tienes novio?"
"¿Nos podemos volver a ver? Aunque tuve miedo, con eso que dices que juegas con los sentimientos de la gente."

El ligue norteño.

lunes, 16 de abril de 2012

Al rededor.


La fuente de la vida, la luz preciosísima, los gustos, los desencantos, lo que se ha de soportar en vida (lógicamente), lo que viene pegado a los destinos, las creencias sin credos y los credos huecos.
Algunas veces se ve claramente la luz al final del túnel y no se teme en ir a ella, porque finalmente ése es el propósito de esta vida, ¿y qué se habrá de hacer para llegar al otro lado? Cruzar el camino como la gallina, andar al paso que se pueda y no apresurar (ni ralentizar) nada, que al fin y al cabo siempre se podrá detener a media colina, mirar el espacio recorrido y el faltante, y tomar una simple decisión, (aunque a veces no es tan simple).
Quizás escribo esto ahora por tener la dicha de la certidumbre en el tiempo-espacio, alguna certidumbre, que no La Certidumbre, pues no soy omnipotente, omnipresente, omnipan, ni panomni; sin embargo esta vez me permito escribir desde la calidez de un pecho ardiente, que ríe desenfrenadamente de las gastadas e íntimas bromas y que siente a plenitud lo que alguien hace poco me dijera:

"Everybody loves you"

miércoles, 11 de abril de 2012

Lo que siempre quise...


Lo que siempre quisiste y obtendrás casi sin querer, casi sin esfuerzo, casi sin espera y sin ningún arrepentimiento. Los días largos y las noches estrechas; los techos sucios y los manjares en la mesa. Cada juego tiene su sitio, cada pedazo, su todo.
Siempre quisiste eso y más, que no sólo una posesión, sino todas y de todo lo importante y jamás regalado. Siempre quisiste pasear por los cardos y no lastimarte; tener inmunidad y hacer a tu antojo; correr desde siempre y no alcanzar el cansancio.
¿Sería mucho pedir que fuera pronto?
Pronto sólo es una respuesta.

martes, 27 de marzo de 2012

Des—


Aparezco.

¿Qué hay detrás de esos ojos desconsolados? ¿Qué hay detrás del dolor que tanto deseas y gozas? ¿No te incomodan tus conductas repetitivas, monótonas?
Por la avenida, irremediablemente, recuerdo los días de primavera, el sol en la cara, el viento que roza mis rizos, los motores de los autos y la esfera que de todo protegía, ¿qué pasó por esas mentes, dónde fueron las palabras? Enterradas en el pavimento requemado, tatemadas por la fuerza de las llantas, bien dentro para que nunca más salgan.
Todo eso lo entiendo, pero qué sobre la descortesía de la casa, qué sobre los rines que rayan las calles y los estridentes sonidos que queman las encías. Todo lo demás bien que se sabía; nada de groserías, nada de olvidos, nada de citas mal hechas; nada de días perdidos en el hartazgo y de trabajos forzados en la espera desesperante e inquieta.
El fascinante poder de desesperanzar corazones.

miércoles, 21 de marzo de 2012

La fe


La fe en las instituciones, la fe en las bromas de mal gusto, la fe en que la gente dejará de ser gente y se entregará al bien de los demás. La fe que no tiene destino y que conviene a todos. ¿Dónde está el respeto hacia los demás? ¿Dónde están los recuerdos cuerdos y firmes de aquello que tanto hizo daño? ¿Por qué repetir una y otra vez y volver a invitar al ser nocivo a las casas y los corazones? Cuánta fascinación por lo corrupto e ingrato, cuántas palabras de conmiseración ante los que no tienen un buen desayuno por las mañanas y cuánta hambre en quitarles algo valioso que puede ser suyo para siempre.
La fe se desgarra, espléndida, y deja entrever los negros orificios de esos que dicen poseer alma y ser buenos cristianos.
No encuentro palabras para expresar mi desazón ante toda la ambición de unos cuantos por borrar de la Historia la justa lucha y el logro sangriento de apartar de la vida de los de a pie a la institución más corrupta de esta humanidad (idiota).

domingo, 18 de marzo de 2012

Lo que ya no estará.


Lo que no vendrá, lo que me quitaron sin avisar, lo que perderé. Las huellas borradas por el viento que gusta de acariciar territorios fuertes. Esos sabores en mi boca que reconocen viejas trazas de polvo y que se encargan de enganchar fuertemente los recuerdos más transparentes.
Quizás no sea esto más que un recordatorio de que de el pasado no se puede vivir dos, ni tres veces, de que es una mentira eso de que "el recordar es volver a vivir".
Finalmente los pixeles no pueden ser olidos.
¿No fue traición todo eso? ¿No es traición cuando te quitan un lugar especial en tu memoria?