domingo, 21 de abril de 2013

Falta

Te extraño como se extraña el sol o el rocío, como se extrañan las aguas frescas o el abraso de la calor.
Te extraño porque eres mío y porque soy tuya y porque toda una vida lo había estado esperando.
Te extraño porque me daba miedo admitir que te extraño, que te extrañaba, que te he extrañado siempre, en los días con las horas más silenciosas y las noches más humanas.
Te extraño entre los humores de la tarde y los solitarios silencios de mis manos. Si pudieran tocarte ahora mismo.
Te extraño como pisar la tierra firme y jugar con las piedrecillas del terreno.
¿Cuánto tiempo más puedo extrañarte?

jueves, 11 de abril de 2013

Lo que siempre quisiste y obtuviste


La no sorpresa, la presa, la espera sin desesperación, casi sin esperanza. Esto obtuviste, con algún dolor, con alguna maña. 
Algunas noches en otra cama esperabas que no fuera así, que fuera distinto, pero bien sabías que jamás sería, que tú no eras esa para su corazón. Y, ¡oh sorpresa! no fue como tú pensabas, ni esto ni lo otro, y sucedió que un día, lejos de esa otra cama, te lanzaste tú, porque el otro no pudo y él se dejó ir porque ya quiso o ya pudo. Desde esos días de sol y calma te dijiste la más feliz y estrechaste relaciones con la vida y la esperanza, y ya no esperaste mas lo imposible, porque no lo hacías en realidad.
Dejaron de tener miedo y se envolvieron de dicha, placer y devoción.