lunes, 25 de junio de 2012

Dudas


Contener la locura para no asustar o soltarlo todo de golpe. Ser un sopetón de pronto o un sopetón de siempre. Ser la de siempre, la otra, la de las caretas o la que es. Soy, seré, quiero ser, quiero dejar de pensar y simplemente ser.
La meta es no asustar ni asustarme, hacer y dejar hacer, no poner obstáculos ni trabas. ¿Podré lograrlo? ¿O la meta era seguir el mismo camino que había trazado? ¿Qué es correcto y qué necesario?
Los tormentos de la mente, de lo que siempre se ha hecho, los vicios, la demanda excesiva, la ansiedad de querer que la mente sea leía.
Permanente y temible: "Lo quiero todo, ¡y lo quiero todo!"
Se sabe lo que se quiere hacer; también lo que se debe. ¿Qué camino he de tomar para no destruir? 
La esperanza de haber aprendido algo estos años será la que me mantenga en pie, la que permita seguir el sueño hecho realidad.
He escuchado esas palabras; he de creer... 

miércoles, 20 de junio de 2012

La complicidad de un secreto compartido.

Foto del pasado.

Los sueños que revelan cosas, ¿qué sueño no lo hace? Los sueños que incomodan al soñante son saber por qué o cómo y al final de un baño, cuando no se tiene nada en mente, traen los conflictos. Esas ganas de ser cómplice de alguien, esas ganas de intimidad y de no invitar a nadie. Los guiños, las sonrisas, las fiestas de dos y acaso contarle a un par de amigos.
Los sueños con recuerdos añejos. ¿Cómo llegó eso allí?
Aún no es tiempo—y lo es—de contar aquello; sin embargo daré más segundos a este día con solsticio de verano, para dar espacio entre sueño, suceso y dubitación.
Los sueños que son espejos de días buenos—porque pesadillas no son—me echan de cabeza y aflojan la lengua para decir aquello, aquello que no se dice, pero que ya se dijo, y que se dirá. Sé que no pasará nada malo, sé que quedará todo bien entendido, pero los sueños vienen, molestan, remueven cosas. Las caretas empolvadas no quieren salir ya más, pero siguen guardadas, ¿qué será de ellas? ¿las pondré en un museo? 
Los sueños resuelven cosas que no quería yo resolver, pero ocultar no puedo más.
Empecé haciendo lo correcto, así seguiré. 
El amor de eso trata en estos días.


martes, 5 de junio de 2012

Expectante.


Larga espera de la sensualidad, largos sueños y días. El futuro de esperanza y el pasado de buenos relatos.
No quiero escribir, estoy cansada. No sé si se puede creer en mí, no sé si podré dar lo mejor, no sé si me cansaré, no sé si excitaré. 
La certidumbre hay, la felicidad, la maravilla, lo inesperado, mas siempre está el recordatorio de lo que quedó atrás, ¿cuál fue el fallo? No lo recuerdo a ratos, a ratos está tan encima de mí, que es insoportable, otros ratos, se disipa y las ensoñaciones están presentes mientras manejo. Son sólo unas cuantas canas y nada más.
Quisiera mirar al futuro, quisiera degustar este presente prometedor. Quisiera tantas cosas, pero necesito la paciencia, la paciencia que casi no tengo.