martes, 10 de agosto de 2010

La décima de agosto.


El mundo no se detiene, ni los impulsos, ni tú, ni yo, ni nadie.
Yo, como muchas otras, soy de esas personas que no se detienen; sin embargo hay quienes piensan mucho antes de actuar y cuando se deciden -finalmente- es demasiado tarde. ¿Verdad?
Hay otras personas que oyen el tic-tac de su corazón y se olvidan del resto de la humanidad: son el centro del universo (todo eso en su cabeza). Hay otras que tienen el tic-tac atrofiado, pero siguen empecinados en seguir con ese corazón a punto de descomponerse y entorpecer su vida entera.
.....
Las preguntas más impertinentes y las bromas más crueles.

"¿Qué diferencia hay si no hay sexo, cuando se tiene tanto tiempo por delante, sin éste?"

"Te llamo después"
Cinco minutos después.
Ring ring.
Broma impertinente.

Estos días todo me hace llorar, todo tiene importancia, todo pesa más que mi cabeza y todo eso está sobre mis hombros. Pedí un poco de ligereza; no llegó.
¿Alguno de ustedes me puede dar un poco?
(Esto último también en otro sentido.)

Es necesario el placer y el hambre voraz por mi cuerpo.




No hay comentarios: