miércoles, 11 de agosto de 2010

La undécima de agosto.


La gloria, la dicha, los rizos míos caídos en el colchón de antaño y ella conmigo.
La tristeza, la añoranza, la pena, y todos los obstáculos para la correcta realización amorosa, fueron rotos en un momento de manos, caricias y mordidas. ¿Dónde están mis mordidas? ¡Yo me las gané!
La fecha de aniversario de mi madre es curiosa desde que estoy con mi Gato. El primer año, se presentó una inundación; el segundo, una borrachera vergonzosa; éste, el tercero, carnalidad salvaje y prodigiosa.
Felicito a todos los involucrados en estas aventuras.




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