domingo, 5 de febrero de 2012

Constitución.


De lo que está hecha esta vida, la que llevará a una muerta. Aún la ruleta gira para asignar el que será el fin de las respiraciones pausadas, las pulsaciones, los sonrojos involuntarios y los días que estos ojos pueden mirar.
Pequeñas semillas de frutos rojos atascados entre los dientes, que por uso, se irán desgastando, rompiendo, amarilleando. Sorpresa sería en realidad tenerlos por siempre albos y dejar una sonrisa con todos sus nervios.
Qué decir de estos pies, a veces cansados, pero siempre dispuestos a dar pasos al lado de otro par, para diversión de los oídos y entretenimiento de la mente; estos pies felices y perfectos que gustan de ser vistos, para provocar sonrisas. Sería una verdadera felicidad que cuando no haya más impulsos para ellos tuvieran una buena foto; fueran recordados por su gracia y belleza.
Si aún en esa vida, cuando la ruleta termine de girar, quedara algo bello de este cuerpo, sería muy gratificante para este aquí y ahora, que alguien conservara siquiera una parte de la constitución de células que rigen la vida.

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