viernes, 3 de diciembre de 2010

Saber


Siempre que escribo aquí me doy cuenta de cuán aburrida estoy de mis palabras; sin embargo sigo haciéndolo. No puedo evitarlo más.
Con tres cosillas y ya, estuvo. Sé lo que hay en la cabeza, no sólo pelo, no sólo ojos, nariz y boca, no sólo sesos. Sé que algo más yace dentro: los pensamientos, los verdaderos, los cuales leo. ¿Cómo creerlo? Más vale enterarse, o mejor no enterarse, ¿qué importa?
Fuera del alcance y escudriñando, aprovechando que hay lecturas, distracciones pocas, se es capaz de saber todo lo que nadie nunca se atreve a decir–escribir– directamente.

No hay comentarios: