miércoles, 8 de diciembre de 2010

Pasado


Todas las obsesiones, todas las pérdidas, ninguna ganancia, ¿ninguna?
De ser quien da consuelo, ánimo, consejo; a ser la que da el cuerpo nada más, la que nació para eso, a la que poco le preguntan; a ser la que saca pa'fuera, la que ayuda, la que (odiaré poner esta palabra) florece; a ser la segura, la que da fuego, la que no quiere más problemas, la que ama, la que sólo a dado cariño; a volver a ser la loca, obsesiva, controladora, la horrible mujer que pone en práctica las enseñanzas culpígenas que su madre le mostró.
¿Es todo esto cierto? ¿Soy sólo cuerpo o sólo seso o sólo sexo o sólo amor o sólo recriminación?
Un montón de palabras podría escribir para explicarme y jamás darme por bien servida.
¿En qué momento está ese control sobre mí de nuevo?
No ceder más, siempre me he prometido; sin embargo vuelvo a hacerlo, a decir que sí, que todo está bien, que no hay problema y sonrío de la manera amarga con la que suelo hacerlo y entre más pasa el tiempo, más guardo rencores. La pena.
Dejar y ser libre, no juzgar, que sean, ser paciente. Ha funcionado, ha habido menos presiones innecesarias, han ido y venido y han hecho lo que han querido a sus anchas, pero ¡me han dado cariño constante! Continuidad, consistencia.
Ésa ha de ser la diferencia. Quien deja una semilla sembrada y se va, esperando que se de algo, pero jamás regresa a siquiera darle un cuidado, difícilmente obtendrá algún fruto.
No. Sí. No.
No soy de cuidado extremo.
Sí soy de cuidado extremo, cuando lo pido.
No soy de cuidado extremo cuando no lo pido.
Siquiera por gentileza las cosas hechas, eso sí, que hasta los conocidos más desconocidos las han tenido conmigo. ¡Ah! ¿Por qué parece que pido tanto?
Con tantos kilómetros de distancia, poco se puede hacer, reír por las noches con quien quiere usar sus dedos, sus ojos, su ordenador encendido y dejar que la distancia, perspectiva, qué se yo, como se diga, como él lo diga. [autocensura]
---------------------------------------------------------------------------------
Estoy entre tus enredos, mis miedos, mis seguridades y las inseguridades tuyas y me gusta, sin embargo, porque tengo eso otro que jamás había tenido.
No olvido, jamás Olvido.

1 comentario:

Anónimo dijo...

A tántos kilómetros, alguien lee tus palabras...