miércoles, 24 de marzo de 2010

Des-encanto


Las palabras no me gustan ya nada desde que escribo sobre lo mismo. Las palabras. ¿Qué si son éstas y no las otras? ¿Qué si nunca digo lo que en verdad digo? ¿Qué si lo que siento es una farsa? ¿Qué si me engaño a mi misma? ¿Qué?
Si todo esto fuera verdad y no fuera más que un sueño; si mis pensamientos pudieran ser leídos e interpretados; si la oportunidad llegara. No, sólo vivo en la fantasía de ser dueña de mi propia vida, de mis palabras, de mis sueños, de mis pensamientos. Soy un reflejo.
Poco quisiera escribir ya, mas si dejo de hacerlo, temo que enloqueceré por completo.
Recuerdo el día en que empecé a escribir un diario, un diario rojo que me regalaron en la escuela. Al principio pensaba que era diario, después fue semanario, después 'mensuario'; ahora es casi anuario. Sigo escribiendo con regularidad en todas partes, como si fuera importante, como si fuera imposible quedarse callada y contener todos los sentimientos, frustraciones y juegos.
¿Quién quiere compartir un epistolario?
Lejos de mi vida, de mi amor y mis deseos. Estoy tan lejos en este momento.

1 comentario:

Gatoquenocomprendelasadaptaciones dijo...

¿Escritura de acontecimientos que afectan otras subjetividades?
Comentemos los eventos de la política nacional cómica mágica musical.

La crónica ucrónica, lo imposible en el mejor de los mundos.