martes, 21 de octubre de 2008

Keine Angst mehr!

No más miedo.

El corazón medio detenido, medio parado, medio avanzando. El corazón.

El cuerpo tan levantado como puede; tiene que encorvarse de vez en cuando.

Los mensajes, los vacíos, las ausencias, las voces en la cabeza.

¿El miedo?

No más.
Las prohibiciones, aquellos rencores sordos que aturdían lenguas disparatadas e ideas mínimas.

Derrotas...

El cuidado y estar bien con la carne y el hueso, con lo tangible tibio que reconforta y ser
tan única como siempre he sido, tan yo, tan misma: Auténtica.
Las cuentas claras y el chocolate espeso; las mías y el que yo tome.

Mientras tanto, se asoma el bello pasado; me avienta una cobija; me dice que no más preocupaciones, que seré chiquita para siempre y me alienta a seguir adelante con mis nuevos días. En tanto, el resplandor del presente me tienta y me lleva hacia sí; me dice que me cuida, que seré valiente para siempre y me alienta a seguir siendo lo que siempre he sido.

Yo me dispongo a todo y todos, medio que sonrío, medio que me río, nunca falsamente.

¿La tristeza? ¿Los huecos?
Van y vienen en espiral.
Los veo de frente, los encaro: ahora seré brava.




En realidad, mi vida siempre ha sido una espiral.

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