sábado, 22 de mayo de 2010

Caminares...


Camina poco y mira lo bello, lo que está dentro, lo que está fuera y aquéllo. ¿Tendría yo el valor de hacer lo mismo? ¿Tendría por qué? Nada debo y mucho temo que no sabría que hacer en situación semejante; supongo que no saldría victoriosa en lo absoluto y sí, bastante pisoteada. Parece que mi imagen importa mucho en realidad; parece que "el qué dirán" tiene más peso de lo que antes habría aceptado.
Hoy lo acepto.
Ya sin máscaras y con esta sola apariencia, en el momento en que se me sea descubierta, seré corrida de toda vida buena. ¡Ay!
¡Ay! ¡Pero cómo se me antojaría comprobar, probar, obrar, otras maneras semejantes de los ojos no tan míos, de los ojos que siempre se engañan con distintos andares! ¡Ay, pero allí estaré!

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