Se oían gotas como perlas que caían, arrullaban, mientras lo no dicho antes salía de mi boca, mis dolores, mis pesares, las faltas. Ahora es tarde, demasiado quizás, pero en algún momento habría que decirlo ¿no?
Sí, la fantasía es mejor que la realidad.
Sí, somos las mismas.
Sí, hay temor.
Sí, nada importa ya, mas que procurar un poco de felicidad.
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