miércoles, 25 de junio de 2008

Amargo sabor de boca, dulce en los labios.

Así se conservarán nuestras almas y nuestros abismales pensamientos ¿se conservarán? ¿Qué es la inmortalidad? Alguna vez alguien me escribió que yo ya había alcanzado finalmente mi puta inmortalidad. Sí, lo admito, a veces me preocupa no poder dejar nada al mundo, para que se me recuerde. Sí, también lo admito, soy una narcisista sin remedio. ¿Qué se le puede hacer?
He notado, sin embargo y para el beneplácito de algunos, que no soy el centro del universo, que soy falible y algo estúpida, que el tiempo de los demás no se detendrá jamás por mí. Eso se lee insoportable, pero he encontrado algo bueno en ello: Que el tiempo de los demás no se detenga por mí es una gran ventaja, un alivio.
Que se vaya, que viva su vida como yo la vivo, que no haya más remordimientos.
♪•••Eso intento •••♪

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