martes, 6 de julio de 2010

Sobre Eliza de Mambrú y otras comunidades.


La conocí hace poco, tal vez hace más que poco, como alumna mía de alemán. Desapareció un rato, mas no del todo, pues tenía participaciones especiales en aquél lugar laboral. Después decidimos integrarnos en actividades libres, charlar, reír, respetarnos. Nos volvimos amigas, de esas naturales y tan lindas; nos fuimos conociendo más; nos vamos conociendo más.
Quisiera conocerla más.
Tenemos un lazo raro, familar-jocoso, de esos que son elásticos-flexibles-comoditos.
Me invitó a su fiesta de cumpleaños y allí conocí a los suyos, los de su comunidad exótica; son menos exóticos de lo que pensaba, ¿habrá sido su consciencia de grupo la que hizo que me sintiera cómoda?
Me da gusto que tenga cuates que la respalden.



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