miércoles, 21 de julio de 2010

Desvanecer

Carlos Miguel Prieto y yo antes de la función de la 2da. Sinfonía de Mahler del sábado 17 de agosto con la Orquesta Sinfónica de Minería.

Ah, después de los conciertos, una semana para no cantar y pasarla bien con quien quiere pasarla bien conmigo. (Con quien no quiere, pues ni le digo)
Sigo soñando que me quedo, que me voy, que alguien habla, que mis mascotas, que peleo, que amo, que me reconcilio. Abro los ojos y tengo que irme a ensayo, cantar, platicar, cotorrear, salir corriendo, hacer pipí, tratar de no mojarme y ser lo más feliz posible.
De repente, algún oscuro pensamiento cruza por mi mente y me deja perpleja ante la idea de las gotas que escurren fuera del transporte público, que no me dejan ver con claridad la aburrida avenida de los insurgentes y que me molestan tanto. Luego lo abandono todo y corro hacia mi último transporte, el que ha de llevarme a las alturas húmedas de mi hogar y hago una corta parada para comprar un panquecito de queso que me quita el hambre.
En la casa hay comida, calor y felicidad. Todo es mejor que el Olvido. ¿...?

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