Los días son relevantes; los días mejor que pasen sin serlo, sin ser días.
O que los días lleguen y escupan todo lo que tienen y se marchen tan pronto como llegaron.
O que los días no lleguen cuando se les espera y sean ¡una gran sorpresa!
O que vengan, que permanezcan y lo borren todo. La noche.
Quizá es ese momento, en que los días hagan lo que mi antojo dicte, deje de sentir emociones.
O quizá, las tenga nuevamente.
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