¿No puede pagar $130.00 M. N. una simple sonrisa de saludo?
Llego, sonrisa en el rostro, ¿qué me encuentro? Sequedad, como si yo fuera una otra cualquiera de sus fanz estúpidas, de esas que ven su trabajo sólo "cute", de las que aceptan hasta sus porquerías. Sí, parca y atreviéndose a decir que pensaba que llegaría más tarde...
Salimos del metro, ella, como siempre, por delante (el burro por delante) y yo calma calma. Recuerdo que traigo algo para ella, un curioso mazapán "Ávila" para darle en forma de regalo de navidad; lo meto en su bolso sin que ella se de cuenta: (Cuidado paleta, que así cualquiera te puede sacar algo de allí).
El drama: Afuera del metro le digo que me odia porque yo llegué con sonrisa y ella no me la regresó. ¿No soy yo digna de una cortesía, gentileza, amabilidad? ¿No sabe ella vender su producto y darlo de buena gana? Si yo por eso le envié mails atentísimos en donde le decía que si le incomodaba vendérmelo, no lo hiciera... Ha de necesitar la lana.
Más drama: Yo esperaba una disculpa porque ella dijo en la entrevista de la revista esa Eve, que lo hizo todo sola para cambiarse. ¿Es estúpida? ¿No merezco ni eso? Allí estuvo su maldita chacha buscando, limpiando, cuidando, esperando, cocinando...etc.
Le dije que traía el libro suyo, de las ilustraciones bonitas y el texto horrible (¿Qué pasa FCE, desde cuándo no tiene cuidado en los textos que edita?), pero que como veía que me odiaba, tal vez no me lo querría firmar.
Ella dijo que...(No le daré voz a ella, no vale la pena)
Al final, sólo metí la mano en su bolso y le dí su mazapan:
"Ten tu regalo de navidad Silvana Ávila"
Y me fui.
(Ah, pero qué encabronada me di)
_______________________________________________Llego, sonrisa en el rostro, ¿qué me encuentro? Sequedad, como si yo fuera una otra cualquiera de sus fanz estúpidas, de esas que ven su trabajo sólo "cute", de las que aceptan hasta sus porquerías. Sí, parca y atreviéndose a decir que pensaba que llegaría más tarde...
Salimos del metro, ella, como siempre, por delante (el burro por delante) y yo calma calma. Recuerdo que traigo algo para ella, un curioso mazapán "Ávila" para darle en forma de regalo de navidad; lo meto en su bolso sin que ella se de cuenta: (Cuidado paleta, que así cualquiera te puede sacar algo de allí).
El drama: Afuera del metro le digo que me odia porque yo llegué con sonrisa y ella no me la regresó. ¿No soy yo digna de una cortesía, gentileza, amabilidad? ¿No sabe ella vender su producto y darlo de buena gana? Si yo por eso le envié mails atentísimos en donde le decía que si le incomodaba vendérmelo, no lo hiciera... Ha de necesitar la lana.
Más drama: Yo esperaba una disculpa porque ella dijo en la entrevista de la revista esa Eve, que lo hizo todo sola para cambiarse. ¿Es estúpida? ¿No merezco ni eso? Allí estuvo su maldita chacha buscando, limpiando, cuidando, esperando, cocinando...etc.
Le dije que traía el libro suyo, de las ilustraciones bonitas y el texto horrible (¿Qué pasa FCE, desde cuándo no tiene cuidado en los textos que edita?), pero que como veía que me odiaba, tal vez no me lo querría firmar.
Ella dijo que...(No le daré voz a ella, no vale la pena)
Al final, sólo metí la mano en su bolso y le dí su mazapan:
"Ten tu regalo de navidad Silvana Ávila"
Y me fui.
(Ah, pero qué encabronada me di)
Su calcomanía de "regalo" la que sí me gustó, la pegué en el Jetta; la que le dedicó a la puta de Lazarini mejor la canalicé (jajaja). Todo para que no digan que no aprecio las obras de los artistoides y las exhibo sin pudor; para que no digan que soy una naca cualquiera que le pone cuernos de reno a su auto.
3 comentarios:
¿Por qué?
Caray, cuando la gente no sabe vender y pues no hay que perder el suelo
Di click el link del primer anónimo. No sé si la intención fue bienintencionada o no al hacer esta recomendación.
En fin, esto es un blog diseñado para quejarse y aliviar así la cantidad de energía mental invertida en los fenómenos aquí descritos. O al menos eso me parece.
Si no recuerdo mal, la terapia, cualquier tipo y forma de ella, funciona únicamente para las personas que tienen la necesidad de recibirla, que asumen que requieren ayuda. De lo contrario, uno se expone a recibir muchas, muchas mentadas.
En fin que la curiosidad siempre mata al gato.
Publicar un comentario