martes, 1 de diciembre de 2009

Por momentos bellos, el pellejo.

Hace unos días, en mis reflexiones microbuseras, salió el porqué de mi cambio, el cómo y la razón. ¿Qué fue lo que me hizo ser otra que no la otra? ¿Qué fue lo que me hizo cambiar y valorar distintas cosas?
Fue ella, justo ella lo que lo cambió todo y no para bien y no para mal.
Ver cómo una persona puede ser maltrata
da tanto y cómo aún así puede quedarse en el mismo sitio y darme cuenta de que ésa ya no soy yo, me da un gran alivio.
Que triste y sobretodo, qué espantoso es reconocer que lo que más te hizo crecer en esta vida fue el constante maltrato y la no muy sana huída de allí.

¿Por qué la gente no escarmienta en cabeza ajena?



Allá lejos, por el 2007

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