lunes, 31 de octubre de 2011

De la casa que nadie habita.


Aquí, donde nadie querría vivir, de donde todos quieren salir. El lugar que casi nadie sabe gozar y disfrutar. La casa de los sueños de algunos, el encierro de otros; aislamiento. Casa grande, cinco habitaciones, tres baños completos, cocina amplia.
Allí, donde se ha hecho magia, donde los sabores han salido de lo más exquisitos, o los hongos han salido de lo más inesperado. ¿Quién podría saber hace ya casi diecisiete años que esto sería el territorio del que todos escapan?
El lugar que tiende a quedarse solo, pero no lo logra, no expulsa y retiene rehenes, de los más fieles y difíciles de curar.
El hogar que se va quedando vacío, que se va haciendo viejo, y que, sin embargo, embellece con los días y me da colores, y lo de allá afuera, lejos, a kilómetros, no me importa.

No hay comentarios: