jueves, 20 de agosto de 2009

Mil descansos

Mil descansos no hacen un sueño y todo lo que baja tiene que subir (esto último lo oí de una madre de familia en el transporte público, ¿no era al revés?).

Ya tengo la consciencia más tranquila; quienes mi importan están en mi bolsillo y quienes no, simplemente están tirados por allí. Me gusta saber de gente que no conozco, me gusta saber de gente que apenas conocí y me gusta mantener contacto frecuente con los satélites de mi vida.
A penas hoy tuve un serio problema con lo que quiero ser. ¿Policia? ¿Presidente de la República? ¿Una artistilla sin sombra siquiera? No son nada de esto ni de lo otro; no le echo todos los kilos a una sola actividad. ¿Será por mi educación la lá?

Tengo una pregunta a mí misma:
¿Algún día seré alguien en concreto... bronce, mármol?

Quiero ser un monumento.

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¡Dos seguidores ehhhh!

3 comentarios:

Elgatoquenosefijóbienensuinscripción dijo...

Mi pequeño y adorable gatito de mármol, que vigila severa y juguetonamente el pilar de un monumento del Centro histórico... espero que tengas un delicioso beso para mí a tu vuelta.

Elgatoqueseencuentraconloscadillacsenmp3 dijo...

Encontré mi disco de los cadillacs y me encuentro en la felicidad más grande posible porque no suenan a mala cumbia ni a vejez abrumadora... Canto mis canciones del amor, desamor, juventud, enloquecimiento y carretera!

elgatoqueyadijoqueeraneurótico dijo...

Ya haz alguna aparición especial. Hace falta tu neurótica escritura para alimentar la imaginación de tus neuróticos lectores. Me reconozco como un gato-adicto no anónimo y neurótico.