martes, 23 de diciembre de 2008

Todos se van de allá

Todos se van de allá; han de tener muy buenas razones para hacerlo. ¿Por qué no lo hago yo? Tal vez porque tengo miedo, porque buscaría otra forma, porque sería al final lo mismo, porque me he vuelto adicta, tantas cosas y sin saber cuál es la que más calza a mi situación. Las buenas razones...¿las hay en realidad?¿dad? ¡Dadme el pan y el vino que he de emborracharme de su espesura!


***
Prometí. Me prometí tantas cosas en estos días escabrosos, en donde sólo se sienten las cachetadas del silencio y una arrebatadora brisa de irrealidad. ¿Escribí arrebatadora? Lo dejaré.
Irrealidad que no molesta, peca, ni incomoda; que no es más que eso y lo que es más allá que lo otro; la molesta falla en el sistema que se venía desarrollando con calma y modestia. ¿Y por qué irrealidad a todo esto? Porque ya no tiene sentido; porque por más que recuerdo no es un Recuerdo verdadero, sino uno fabricado con vivencias, quizás, de otra persona tal vez muy muerta. Tanta imaginación derrochada en la hechura de lo que quien sabe quién vivió en otros tiempos.
***
Mejor irse a dormir más temprano y no estar con payasadas.

Me di con una banqueta.


No hay comentarios: