sábado, 31 de mayo de 2008

¡Esa maldita nostalgia!

¡Esa maldita nostalgia no me dejó dormir anoche! Por eso esta tarde he dormido como indigente en una banca del parque, tapada con una chamarra, con el viento destruyendo mi mala salud y mi consciencia abandonada.
Alguna vez pensé que no podría vivir sin ella. Alguna vez pensé que mi vida era ella. Alguna vez pensé que debía estar preparada para ella en cualquier momento, que mi lugar era donde ella. ¿Qué pasó después?
Después solamente se despedazaron en escamas todos los sentimientos, resquemore, hasta resentimientos. Están en el suelo de madera y de mármol. Entre el frío de muerte y el calor que se hincha de humedades.
Lo siento, la humedad afecta seriamente mi razonamiento, a tal grado que "Si tú no vuelves" de Bosé podría hacerme llorar en cualquier momento, aunque sea el menos indicado. ¿Debería sentir vergüenza?

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