miércoles, 6 de septiembre de 2017

Las cosas simples.

Me gustan las cosas simples.
Pensaba que todo se debía al estilo de vida heterosexual que he estado llevando y no, es algo más complicado, mejor dicho, complejo. La idealización de alguien y no mirarlo aquí en la tierra. ¿Cómo se pueden acercar dos seres si no están en el mismo plano? 
Pon los pies en la tierra y mira mis ojitos, luego mira mis pies y bésalos, pero bésalos porque son míos, soy yo y es mi cuerpo. Bésalos porque me amas y no porque puedo darte algo a cambio, ¿qué podría yo darte que no te he dado ya? Sí, supongo que más. Tampoco es cuestión de alardear y decir que soy la mejor, que soy infalible, porque no, no lo soy. Afortunadamente he sido falible toda esta vida y eso me ha hecho ser quien soy.
¿Qué es el amor romántico? ¿Cómo se ama románticamente? ¿Cuál es el estereotipo de amor, del enamoramiento? ¿También hay estereotipo de la pasión? O todo es simplemente un tipo de, una tipología del amor, de lo romántico, del enamoramiento, de la pasión. Muchos lo han hecho ya y no sé si estoy calificada para hacerlo también. 
Me hundo en mis sueños y veo puertas, un baño, frío, charlas, ganas de no estar allí. No es un lugar cerrado, tampoco abierto. No sé siquiera si sea un lugar. ¿Tampoco sé si es amor? ¿Cómo puedo estar segura de que lo es? No, de eso no he huido nunca, ni me da miedo, ni creo que lastimará (aunque lo sé), pero no me importa. Si lastima, así será (¿estaba escrito?), o son las decisiones mismas, las tomadas a tal grado de consciencia, que se sabe por antelación el resultado posible. 
Mientras tanto, a gozar, que el mundo se va a acabar.
Me gustan las cosas simples, aquéllas que hacen feliz en un instante. Las comidas sabrosas, bien sazonadas, los lugares calientitos, el chocolate verdadero, igual que el café. Podría corregir y decir que en vez de gustarme las cosas simples, me gustan las cosas auténticas, aquéllas donde no es necesario alardear el valor, donde a simple vista, gusto, olfato, tacto, se sienten.
No quiero la elaboración y lo fingido, no quiero lujos innecesarios. El verdadero lujo es gozar del amor, la compañía, las cosas, la vida, sin complicaciones ni presentaciones suntuosas, que lo suntuoso ya es uno mismo.
Ama.



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