miércoles, 22 de junio de 2011

Vino el ver-ano, las lluvias.


Está de moda hablar de sentimientos, los más superficiales, con el tono más grave.
Está también de moda ponerse entre mis piernas y ronronear hasta cimbrar la casa.
Está de moda tener las ventanas abiertas y chiflar para que el viento acerque unas nubes negras y se riegue la tierra.
Está de moda decir nada. El silencio. La estupidez. La cerrazón.
O, como dijera mi primo: Tiene la zurrazón en la boca.

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