domingo, 26 de septiembre de 2010

Gemütlichkeit.

Acá la luna llena que a veces me vigila.

El silencio, el ruido a mis horas, mis ruidos, mis masticadas, mi temperatura ideal, la casa, la gente, las maravillas, el clima estable, los días y todas sus horas. Todas las horas de los días han sido mías, no he regalado ni una sola, he sido de mí y por mí; ninguna molestia, algunos planes y mucho radio.
Los juegos, la tecnología, la necesidad de no sentirme sola en las noches que ocupo para estar desocupada; en las noches que no quiero ni puedo hacer más labores. Busco a alguien y está allí. También tú estás y mis amigos, los molestos, los indecisos, los desinhibidos, los cohibidos, los más dubitativos. Soy feliz cuando encuentro a todos y hago un ramillete loco de conversaciones sin sentido e intereses varios.
La hora de dormir se convierte en la más placentera hora del día y a veces duermo con una sonrisa estúpida de alegría.


Sobre mis correrías diarias: http://evitameporfavor.blogspot.com



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