martes, 21 de abril de 2009

Estoy tranquila...¡Que estoy tranquila!

Que estoy tranquila, dicen algunas lenguas. La verdad yo no sé mucho de lenguas y menos de tranquilidad; lo único que se es que soy yo sin más y siempre lo he sido, sin menos. Que estoy tranquila y hasta tienen ganas de verme; que estoy tranquila y les parece tranquilizador también; que estoy tranquila y les da gusto...
Que no me tienen, miedo, sólo son pacifistas. ¡No me salgan con mamadas! Justo esas mamadas son las que me quitan la precaria tranquilidad. ¡Pacifistas! ¡por favor! Como si este país necesitara de esos, como si en esta vida yo necesitara personas así.
Estuve tranquila sí, pero por desinterés, por apatía, porque marqué con una sola finalidad y no para ver cómo estaba todo por allá...Eso ya me tiene que dejar de interesar. Estuve tranquila porque... ¿por qué no, si he tenido mucho sexo este fin de semana?; ¿por qué no, si ya había estado emberrinchada?; ¿por qué no, si cuando me estuve ahogando no quisieron ni voltear a ver?
Que he estado tranquila...¡pues una tranquilidad que no se merecen!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Querida mía:

Sé que no gozas con los mensajes sin autor conocido en tu espacio virtual del corazón. Sin embargo, me resulta cómodo dejar así mis linduras, como prueba de mi adoración callada. Agradezco que tus palabras lleguen a mí, de algún modo u otro.

Calma o no, yo gozo con nuestros amoríos en las ciberrealidades o en la simplicidad de un día de sol.
Soy lo que no dices cuando eres mía. Sé que he sido el tercero ausente en tus conversaciones con el pasado, a pesar suyo, inevitablemente.

El Pouser dijo...

Hola Darling:
No sé quién eres pero no me ofende Carreño; pero puedes intentar con Amy Vanderbilt!
Cheers!