lunes, 9 de enero de 2023

La significación (cumplí 40).

Una imagen en la cabeza, muchas. Los días contados avanzan y el plazo finalmente llega. ¿Qué sería de mí sin los que vienen no fueran los mismos? Yo quería escribir algo, pero no tengo nada en concreto que escribir, de pronto me vacié, pero es cansancio, nada más, porque la vida adulta me atropelló hoy. ¿Qué es la vida adulta sino cumplir con una serie de trámites para satisfacer el ego y el status quo? Nada más que eso. En fin.
Pasó el día de mi cumpleaños y comenzó la semana de preparativos para mi fiesta. Entre cansancio, berrinches, los "ya sabía que no vendría" y los "avisé con mucho tiempo", también los "ni modo de enojarme, así pasa". Llegó el día del festejo, porque cumplir 40 años no es cualquier cosa, y menos después de la apaleada que la vida me dio un par de años atrás, (¿o fue menos?) El trabajo me rebasaba. De sentir que iba a ser muy simple, se convirtió en picar y picar, preparar y preparar y la gente comenzó a llegar. Aún no terminaba todo.
Llegó una amiga reciente, una amiga-hermana de corazón justo a tiempo para la ayuda necesaria: Entre picar, corregir, supervisar el fuego, el ride a mi Amor por mi pastel (que según él, apenas estaban terminando). Llegó como del cielo, aunque en realidad llegó de Cuautla, y se lo voy a agradecer siempre, porque no hubiéramos armado la fiesta sin ella. ¿Quién hubiera pensado que en un momento de la vida llegara una ex-alumna a hermanarse conmigo? Circunstancias adversas parecidas, hijas únicas y chinos, los chinos.
Siento que esta narración está un tanto insulsa, no sé por qué, será porque estoy haciendo sopa.
Pasó algo extraordinario, algo que no hubiera pensado, tomé mi confianza y la deposité en otros así, sin miramientos, simplemente me dijeron "hago" y dejé, simplemente dije "tú haz" y se hizo. No fueron grandes cosas, pero sí fue un gran descargo, unas cosas pequeñas que le dieron forma a toda la fiesta, entre correr y ver qué faltaba, entre oír conversaciones cortadas y no decir nada. Fue raro porque estuve allí y no estuve en nada por estar en todo; sin embargo hubo destellos que le dieron certidumbre a la reunión y a mi vida misma. ¿Cómo detalles tan simples denotan la naturaleza de las relaciones?
Entre mi amiga a la parrilla, mi ex la encargada del queso, mi Amor, el de los nopales y que se cercioró de que todos tuvieran bebidas…Creo que acabé pocas conversaciones, y creo que abarqué mucho mucho. Como los días cotidianos de correr sin descanso, como los domingos de no estoy para nadie, como comer y jugar y beber y charlar y no hacer eso.
Hubo momentos en los que mi ex me platicaba, me preguntaba cosas y yo tuve ese resquicio del pasado que ya no es y pero qué bueno, tuve la seguridad del vínculo más allá de los problemas y rencores, más allá del amor carnal y los placeres. Saber que se es y que somos y no fuimos, con ella, con él, con todos lo que estábamos en ese patio y alrededores.
Regalé tiempo, así como ellos a mí el suyo. Regalé confianza, así como ellos a mí. También fui una reina maga, porque eso siempre es algo que me nace.
No podía decir gracias, no podía expresar cosas lindas, ni el gran discurso que quizá sí estuve pensando por días, mas sí les di una parte de mí, la más reciente, la que se ha construido aquí, en estas tierras, tan rota, tan ajada, tan fortalecida por el Amor, por ellos…
Yo no sé si le quiero regalar esta emoción bonita a quien no me conoce así, yo quiero tenerla para mí para siempre. Esa certidumbre de cariño y confianza, de falta de duda y de totalidad, eso que no se puede hablar mucho y que vale del todo. Las ganas de besar en la boca, de abrazar, de contarlo todo y escucharlo por igual.
Lo que hubiera querido tener antes, ya no tengo.


La ex, el gato cósmico, y yo


El abrazo de Acatempan.


El Amor y yo


Los reunidos


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