jueves, 3 de febrero de 2022

Incómodo silencio

De un comentario cualquiera al silencio.
No sé cómo resolverlo. Esta vez no lo sé.
Quisiera tener la certeza de saber qué se oculta atrás de la cortina, qué es la molestia primaria, pero la tengo, pero no la quiero decir, porque hay algo allí enterrado que incomoda, como una uña del pie, algo que trae consecuencias y charlas que no se quieren decir, porque estorban, porque no son fáciles de expresar. Quisiera acallar lo que me muele, y no puedo, no puedo ni quiero, pero debo, porque además de mí hay otro y ese otro también ha estado incómodo; ha perdido todo un año de su vida a causa mía y de los míos. ¿Cómo salvar eso? ¿Cómo no arruinar las cosas?
Mi desinterés no ha sido más que falta de momento. ¿No merezco acaso una segunda oportunidad en el interés?
También yo soy tajante. También digo las cosas y las quiero ya. También. Pero algo trivial, que al final no lo es, ha cerrado las voces el día de hoy y se ha convertido en uno de los días más inquietos y pesados. ¿Será acaso el momento de hacer una separación de intereses? ¿Será acaso que nunca los hubo en común y que todo era fingido? ¿Qué es la realidad en esta relación? ¿El equipo simplemente se ha formado en las adversidades? ¿Será que las cosas que decía me eran interesantes no lo son y solamente me he estado adecuando a los suyos? ¿Cuáles son mis intereses? ¿Qué es el tiempo? ¿Cuál es el momento correcto para compartir? ¿Se puede regresar el tiempo? ¿Hay un futuro en común? ¿Y yo? ¿Dónde he estado yo?

¡Qué se yo!