miércoles, 18 de abril de 2012

norteños

Una tarde de trabajo y un norteño a la puerta de la escuela. Pregunta si he dado ya sus datos a mi jefe, para un posible trabajo. Invitación a comer, "con unos maestros". Acepto después de clases, porque, de todos modos, tendré mucha hambre después de mi clase.
El norteño manda mensaje; me esperará en la terminal.
Hacia el lugar de la comida, espero encontrar más personas, los maestros que dijo el norteño, no hay ninguno. No importará, la comida habrá y el hambre saciará.
El norteño charla de sí, de su lugar de origen, de la comida...
¿A dónde iba su conversación?
Hacia:
"Cuando te me llamaron la atención tus chinos."
"¿Tienes novio?"
"¿Nos podemos volver a ver? Aunque tuve miedo, con eso que dices que juegas con los sentimientos de la gente."

El ligue norteño.

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