lunes, 22 de febrero de 2010

Fe

El gran misterio: Lo que me tuvo con el alma en un hilo por años y años, lo que hizo que yo escribiese sobre ella, publicara fotos y pusiera links, lo que hizo que yo buscara y buscara por este medio algún indicio sobre su vida actual.
Ahora me lo explicaron todo.
Cuestión de fe.
¿Por qué, maldita sea la cosa, se me repudió, rechazó, se me dejó sola, se me pateó y luego se me dejó de frecuentar por la razón más estúpida de esta estúpida humanidad? ¿Por qué la gran explicación a mi repentina soledad y sufrimiento en aquel año del 2002 es la fe?
¿Que me vaya bien donde quiera que esté?
Con buenos deseos no se alivia un alma atormentada.
Lo que en verdad me hubiera aliviado, fuera su regreso, del que ahora no tengo ya más esperanza.
Y todo por su fe y todo por su convicción y fe; y todo por su renovación; y todo porque yo le estorbaba para su renovación; y todo porque yo soy la persona que más le ha de recordar (seguramente aún) la persona que quería dejar de ser, la mala persona que quería dejar de ser.

Y yo que...

No hay comentarios: