jueves, 19 de noviembre de 2009

Ida: Uruapan. Vuelta: Morelia





Definitivamente, los viajes cambian a las personas. Yo, que creí que no le hablaría a nadie del coro nunca más, terminé siendo amiguis de las menos pensadas.
De un viaje de siete largas horas a cantar después de esperar otras dos. De ver el parque nacional a viajar para Morelia. De arreglarse, escuchar el concierto y cantar a ir a la Casa de la Salsa a ver bailar nomás. De que me sacaran a bailar ya medio enseñar los trucos a caminar a las 4 am por las calles de Moreria hasta el hotel. De salir tempranito a desayunar a leer en la Jornada Mich. la más mal escrita y horrible crítica al concierto en el que participamos.
Llego y me encuentro más sorpresas...

1 comentario:

Blá. dijo...

jaja " terminé siendo amiguis de las menos pensadas." jajajajjaa