viernes, 16 de agosto de 2013

Mi nombre es Eva


Mi nombre es Eva, no Berenice, no el otro, con el que se empeñan en nombrarme. No. Ese nombre no me pertenece. Le pertenezco a la gente bajo ese nombre, pero yo no soy suya. No soy su creación. No pedí venir a este mundo; nadie lo pidió (digan lo que digan las teorías poco comprobables). Mi nombre es Eva: E V A. No otro. No el nombre vano con  el que insisten en usar conmigo: ése es casi un insulto.
Díganme por mi nombre. Yo no pedí ese nombre; nadie pide su nombre (aunque las teorías de los nombres digan lo contrario). Sí, el nombre sí determina la vida, el camino, no así las preferencias, (¿o sí?).
Mi nombre es Eva y yo no pedí nacer en este mundo, este país, esta ciudad, con esta familia. 
Simplemente quería las cosas hermosas, simples, sin pretensión.
Pero ahora, ¿quién voy a ser? ¿de qué recuerdos hermosos me afianzaré si no valen más?

No hay comentarios: