miércoles, 21 de diciembre de 2011

veintiún


Veintiuno, un día en el que comenzó la carrera para convertirme en lo que soy.
Veintiuno, que mejor ni recordar debería, pero ¿no fue aquello una gran revelación?
¿No fue esa noche la que me abrió las posibilidades o los ojos a las posibilidades?
Veintiuno, el juego de las niñas.
Veintiuno, las fiestas, las sonrisas.
Veintiuno, después de los reclamos, las risas y el dejarse ser.
Veintiuno, llegar allá, más allá.
Veintiuno, los recuerdos ya se entremezclan.
Veintiuno, la noche fue o el día.
Veintiuno, respiraciones demasiado cerca y lamentar la lejanía.
Veintiuno, relación de ella de mí de todas.
Veintiuno, ¿cómo no lo vi cuando evidente era?
Veintiuno, los ojos cerrados, por temor a lo que sucedía.
Veintiuno, probar y probar, porque finalmente la sorpresa había gustado.
Veintiuno, si regresaras a ese veintiuno, no sé si lo repetirías.
Veintiuno, la boca del lobo y no hiciste caso.
Veintiuno, venganza y arrebato; celos.
Veintiuno, siempre supiste que no sería para siempre.
Veintiuno, y al final escapé.
Enterremos los veintiunos en una fosa común, sin número siquiera, asignado.
Todo lo que brilla un día, irremediablemente será opaco al día siguiente.

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