viernes, 1 de abril de 2011

Aviones


Aviones que parten, elevan su nariz hacia los sueños, hacia las idas. Las llegadas, todas iguales y diferentes, todas con polvo del aire acondicionado y con baños lavados, con agua corriente, no tibia siquiera: caliente. Mis manos se queman, incomodidad mía y no de ellos; los que han olvidado lo que es sentir el frío.
Aviones que aterrizan, tocan tierra después del descenso ensordecedor de los sensibles. Sus llantas golpean el pavimento y no les queda de otra que seguir rodando, hasta que el imponente freno logra detenerlas. Salir disparada o esperar a que todos lo hagan. Mejor te sientas hasta que el pasillo se desocupe.
Aviones que vuelan en la que tú crees que es línea recta: tus ojos que te engañan todo el tiempo. Tus cuencas que serán vacías algún día; hoy no y te dejas engañar por lo que el sentido de la vista te dice que hay: ¿colores?
Aviones, ¿es en serio?


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